Polémico como pocos, Elon Musk es también conocido por los múltiples proyectos que encabeza y con los cuales buscaría nada menos que dar forma al futuro de la humanidad.
Elon Musk es una figura, a lo menos, controversial. Pero tan complicado como seguir el rastro a las polémicas que arrastra, puede ser el estar al tanto de todas las distintas empresas que encabeza y los futuristas proyectos que éstas desarrollan.
Cohetes, chips cerebrales, automóviles eléctricos, túneles, inteligencia artificial, energía solar, y recientemente las redes sociales, hay pocas áreas de la vanguardia tecnológica que la ambiciosa billetera del magnate no haya explorado -mientras enfrenta todo tipo de polémicas, que van desde su vida personal hasta sus prácticas empresariales-.
Aquí te las resumimos.
¿El futuro de… todo?
Twitter: Tal vez la más reciente bajo su poder, desde que la adquirió por $44 mil millones de dólares en 2022 -creyendo que estaría legalmente obligado a hacerlo, según él mismo admitió-, y la más conocida.
Sin embargo, él mismo también asegura que tiene motivos más idealistas: “la razón por la que adquirí Twitter es porque es importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública digital común”, aseguró en una carta para los anunciantes de Twitter.
SpaceX: Otra de sus compañías de puntera, se trata de una empresa de servicios aeroespaciales creada en 2002 con el objetivo de reducir los costos de los viajes al espacio, especialmente mediante el uso de cohetes reutilizables y otros enormes que teóricamente facilitarían misiones a distancias mayores.
Sus ‘buques insignia’ son el Falcon 9 y el Falcon Heavy, así como el Starship que está ya en fase de pruebas.
Su objetivo es diseñar tecnología “para misiones a la órbita de la Tierra y eventualmente otros planetas”, con la colonización de Marte en el horizonte. Para sus despegues, cuenta con su propia plataforma en lo que es conocido como la “Starbase” en Boca Chica, Texas.
Como parte de esta compañía funciona también Starlink, un servicio de internet satelital que el mismo Musk despliega usando sus cohetes. Desde su primer lanzamiento en 2019, ha estado pensado en zonas con bajo acceso a telecomunicaciones, y ya provee servicios en Chile.
Tesla, Inc: Nombrada en homenaje al histórico inventor Nikola Tesla, se trata de su compañía de vehículos eléctricos y energía limpia, fundada en 2003 por Martin Eberhard y Marc Tarpenning, a la fecha ha diseñado siete modelos, de los cuales al menos cuatro están ya en producción, constata Business Insider.
Time recuerda que Tesla ha enfrentado varias controversias, tanto a la hora de cumplir con sus plazos de producción, así como problemas de seguridad y quejas de sus empleados por malas condiciones laborales y malas prácticas administrativas.
Una de sus polémicas involucra a Chile, por cuanto tiene los ojos puestos en las reservas de litio en el norte del país.
A la cartera de Tesla se sumó en 2016 SolarCity, una compañía fundada por dos primos de Musk y dedicada al negocio de los paneles solares y almacenamiento de energía.
Neuralink: También polémica, aunque menos conocida, se trata de una empresa de neurotecnología fundada en 2016. Su objetivo no es nada menos que desarrollar interfaces humano-máquina, en forma de chips que se implantan en el cerebro.
Recientemente, la compañía consiguió su primer permiso para probar su tecnología en humanos, con la misión de tratar condiciones neurológicas que van desde la parálisis a la depresión. Asimismo, según indican en su sitio web, Musk fundó Neuralink para “ayudar a aquellos con daño cerebral en el corto plazo y reducir los riesgos de la IA para la humanidad en el largo plazo.
El sitio web también detalla que “nuestros dispositivos están diseñados para brindar a las personas la capacidad de comunicarse más fácilmente a través de texto o síntesis de voz, seguir su curiosidad en la web o expresar su creatividad a través de aplicaciones de fotografía, arte o escritura”.
OpenAI: Hablando de inteligencia artificial, la compañía que llegó a crear el revolucionario ChatGPT también fue co-fundada por Elon Musk, y financiada mediante la Musk Foundation, pero el magnate se retiró hace años tras diferencias con el resto de su directorio.
Luego de que OpenAI irrumpiese en el mercado con ChatGPT, Musk fue uno de los primeros en alzar la voz de alarma y pedir una pausa en las investigaciones de IA por seis meses, hasta garantizar que el desarrollo sea beneficioso para la humanidad.
Actualmente, desarrolla su propia tecnología de inteligencia artificial, pero bajo el alero de X Corp, la nueva matriz de Twitter.
The Boring Company (La Compañía Aburrida. Sí, en serio se llama así): A pesar de su nombre, incluso la promocionó en su momento vendiendo lanzallamas. Su propósito es construir túneles bajo las ciudades, buscando aliviar los atochamientos luego de que Musk se cansara de estar atorado en el tráfico de Los Ángeles.
“Aburrida”, promocionada inicialmente con un crowdfunding en que ofreció literales lanzallamas a sus inversores, comenzó experimentando con túneles bajo la fábrica de SpaceX en California, y en 2021 completó un proyecto bajo Las Vegas.
Fundada en 2016, su principal promesa fue la del “Hyperloop”, un túnel de alta velocidad que permitiría a los pasajeros viajar a nada menos que 1.100 kilómetros por hora. Sin embargo, las menciones a este sistema fueron eliminadas de su sitio web, reportó en 2021 el Washington Post.
La otra posibilidad que consideraron era recurrir a automóviles voladores, pero lo descartaron porque los túneles no se ven afectados por el clima ni “caerán sobre tu cabeza”.