Expertos logran crear un dispositivo implantable en el cerebro que permite a las personas no videntes, por medio de impulsos eléctricos, poder percibir formas y colores.
Investigadores de la Universidad de Utah en conjunto con la Universidad Miguel Hernández (UMH) de España lograron confeccionar un dispositivo que permite a personas no videntes poder identificar formas y colores gracias a un implante cerebral.
Según informó la UMH, se trataría de un nuevo implante cerebral basado en microelectrodos intracorticales que es capaz de influir en la percepción de formas y letras en una persona ciega.
“Esta propuesta demostró que la implantación en el cerebro humano de este micro dispositivo se puede realizar de forma segura”, señaló la web de UMH. “Y que la estimulación directa de la corteza cerebral produce percepciones visuales con una resolución mucho más alta de lo que se había conseguido hasta la fecha”, complementaron.
El grupo de Neuroingeniería Biomédica dirigido por el catedrático de Biología Celular Eduardo Fernández Jover, publicó los resultados del experimento en la revista Journal of Clinical Investigation.
“Hemos implantado (los micro electrodos) en el cerebro de una persona completamente ciega durante más de 16 años”, declaró Fernández.
La persona voluntaria fue una mujer de 57 años de edad llamada Berna Gómez y ha sido capaz de percibir letras e identificar la silueta de algunos objetos.
Según señalaron desde la UMH, esta es la primera vez que se emplea una tecnología así para ayudar a personas ciegas. Es por esto que Fernández señaló que los resultados han sido muy alentadores para el desarrollo de una neuropótesis visual. “Esto podrá ayudar a personas ciegas o con baja visión residual a mejorar su movilidad”, agregó.
Pero no todo es bueno, el investigador señaló que también han tenido muchos problemas por resolver y por lo tanto “es muy importante avanzar poco a poco y no crear falsas expectativas”.
“Aún es una investigación en curso”
Durante seis meses los expertos realizaron distintos experimentos en los que Berna Gómez tenía que intentar reconocer letras, la posición de los estímulos y la forma de distintos objetos.
El dispositivo consta de una pequeña matriz tridimensional con 100 micro electrodos que se comunican directamente con las células cerebrales de forma bidireccional. Esto permite tanto el registro de señales eléctricas como también la estimulación del cerebro.
“Se trata de un dispositivo muy pequeño, de tan solo 4 milímetros de lado, con electrodos de 1,5 milímetros de longitud”, detallaron desde la UMH.
Una de las revelaciones que arrojó el estudio es que no afecta a la función de la corteza cerebral ni a la de las neuronas que quedan próximas al implante.
Además, añadió Fernández que “la cantidad de corriente eléctrica necesaria para inducir percepciones visuales con este tipo de microelectrodos es mucho menor que la que se necesita con electrodos situados en la superficie del cerebro, lo que se traduce en una mayor seguridad”.
La UMH explicó que el sistema de estimulación incluye una retina artificial que puede emular el funcionamiento del ojo humano. Esta se sitúa dentro de unas gafas convencionales y, al captar el campo visual frente al usuario, lo transforma en impulsos eléctricos optimizados para estimular las neuronas de la corteza visual.
“Gracias a ello, la persona implantada ha sido capaz de reconocer diversos patrones complejos de estimulación y percibir con precisión formas y letras”, finalizó el profesor de la UMH.