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Francia y China lanzaron al espacio un satélite, fruto de la cooperación entre ambos países, con el propósito de detectar brotes de rayos gamma en el universo. El satélite de 930 kilogramos, llamado Space Variable Objects Monitor (SVOM), fue enviado al espacio desde la base de Xichang, China, a bordo de un cohete chino. Estos brotes de rayos gamma, que se generan tras la explosión de estrellas masivas o la fusión de estrellas compactas, emiten una energía equivalente a más de un trillón de soles. La misión permitirá comprender mejor la historia y evolución del universo, enviando información a observatorios en la Tierra para su análisis. Esta colaboración entre China y Francia, poco común a nivel internacional, destaca por su importancia científica y técnica, especialmente ante las restricciones de cooperación espacial impuestas por Estados Unidos contra China.

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Un satélite construido por Francia y China fue lanzado este sábado al espacio, con el objetivo de detectar explosiones colosales en el universo, en un ejemplo de cooperación entre el gigante asiático y una potencia occidental.

Desarrollada por ingenieros de ambos países, la misión Space Variable Objects Monitor (SVOM) busca los llamados brotes de rayos gamma, auténticos fósiles luminosos que podrían contener más información sobre la historia del universo.

El satélite de 930 kilogramos, que incluye cuatro instrumentos (dos chinos y dos franceses), fue lanzado al espacio a bordo de un cohete chino Larga Marcha 2-C, desde la base espacial de Xichang, en la provincia de Sichuan, en el suroeste del país.

Los brotes de rayos gamma se producen generalmente tras la explosión de estrellas masivas (de más 20 veces la masa del Sol) o la fusión de estrellas compactas.

Estos destellos, fruto de las explosiones más potentes del universo, desprenden una luminosidad colosal que puede emitir una energía equivalente a más de un trillón de soles.

Observar estos fenómenos cósmicos “es un poco como dar marcha atrás en el tiempo, ya que su luz demora mucho en llegar a la Tierra, varios miles de millones de años en el caso de las más alejadas”, explica Frédéric Daigne, del Instituto de Astrofísica de París y uno de los principales expertos en brotes de rayos gamma.

Al recorrer el espacio, esta luz cruza también diferentes gases y galaxias, transportando rastros con ella que conllevan informaciones excepcionales sobre la historia y la evolución del universo.

“Son explosiones cósmicas muy extremas que nos permiten comprender mejor la muerte de algunas estrellas”, añade Daigne.

Satélite de China y Francia estudiará el universo

El brote de rayos gamma más lejano identificado hasta ahora se produjo sólo 630 millones de años después del Big Bang, es decir el 5% de la edad actual del universo.

Estas informaciones también pueden servir para entender mejor la composición del espacio, la dinámica de los gases y las otras galaxias.

El satélite, puesto en órbita terrestre a 625 km de altitud, enviará las informaciones a los observatorios en la Tierra.

La extrema brevedad de los brotes de rayos gamma obligará a los científicos a reaccionar muy rápidamente para recabar las informaciones. Cuando la misión Svom identifique uno, enviará una alerta y, en menos de cinco minutos, los científicos activarán una red de telescopios en la Tierra que se alinearán precisamente en el eje de la fuente del brote, para conseguir más datos.

Este proyecto es el resultado de una colaboración entre las agencias espaciales de Francia (CNES) y de China (CNSA), en la que también participan otros organismos científicos y técnicos de ambos países.

Cooperaciones como ésta entre China y Occidente no son muy frecuentes a este nivel, sobre todo desde que Estados Unidos prohibió en 2011 a la NASA cualquier cooperación con Beijing en el espacio.

China y Francia ya lanzaron juntos en 2018 un satélite oceanográfico utilizado para la meteorología marina. Y varios países europeos también participan en el programa chino de exploración lunar Chang’e.

Satélite de China y Francia lanzado al espacio | SVOM
Satélite de China y Francia lanzado al espacio | SVOM