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Este fenómeno se debe al ciclo solar, que actualmente está en su máxima actividad. Según expertos, este año se espera una mayor frecuencia de tormentas solares, pero no representan un peligro para la vida en la Tierra.

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El pasado fin de semana se registraron dos tormentas geomagnéticas provenientes del Sol, una incluso de clase G5, la más potente de todas. Se trata de un fenómeno astronómico que no ocurría desde hace décadas y que produjo auroras en lugares de la Tierra donde normalmente no es posible verlas, pero ¿por qué el Sol está tan activo?

Resulta que todo es parte del ciclo natural del Sol y las eyecciones de masa coronal que salen de su superficie en dirección a la Tierra. En realidad no son dañinas para la vida, pero sí podrían ser más frecuentes este año.

“Estas grandes tormentas se deben efectivamente al ciclo solar, estamos cerca de un máximo y las tormentas de mayor intensidad son más frecuentes“, explica a BiobioChile, Diego Mardones, astrónomo del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile.

El ciclo del Sol marca su peak este año

El astrónomo aclara que el Sol tiene un ciclo natural de aproximadamente 11 años y entre 2024 y 2025 estaría en su periodo de máxima actividad, según las predicciones científicas.

De acuerdo con la NASA, esto ocurre porque el Sol es una enorme bola de gas caliente cargado eléctricamente y este gas cargado se mueve generando un poderoso campo magnético que atraviesa un ciclo, donde hay mayor y menor actividad. El momento de mayor actividad del Sol se conoce como “máximo solar”.

“Podemos pensar en 5 años y medio con actividad mayor que el promedio y 5 años y medio con muy poca actividad. Y eso corresponde bastante bien con la realidad. Y lo que denominamos periodo de máxima actividad generalmente se extiende por alrededor de un año, un año y medio. Entonces se espera que todo este año la actividad solar sea alta“, señala Mardones.

Según el experto, el periodo de menor actividad del Sol se registró en 2019 y el próximo mínimo solar podría llegar en 2030, “por ende el máximo de actividad se espera que ocurra durante este año, hacia fines de año, quizás un año y medio. Podemos pensar que hacia el 2026 el número de manchas solares y el número de tormentas solares quizás va a ser la mitad que este año, hacia el 2028 un cuarto y hacia el 2030 que no haya ninguna“.

¿Las tormentas geomagnéticas ponen en peligro la vida la Tierra?

Ante las alarmantes alertas por las tormentas geomagnéticas del fin de semana, que podrían continuar llegando, cabe señalar que estas no representan un peligro para la vida en la Tierra, aunque sí generan complicaciones en las TICs (Tecnologías de la información y la comunicación).

“Ni siquiera en esos periodos de muy alta actividad hubo efectos particularmente negativos o perjuiciosos para la vida en la Tierra. (…) No representan un peligro para la vida“, aseguró el experto.

La NASA, por su parte, señala que “la actividad solar puede afectar la electrónica de los satélites y limitar su vida útil y la radiación puede ser peligrosa para los astronautas que trabajan en el exterior de la Estación Espacial Internacional”.

Pero en el peor de los casos, hoy en día la mayoría de los satélites cuentan con un “modo seguro”, que les permite evitar los efectos de las eyecciones de masa coronal, mientras que los astronautas pueden retrasar sus caminatas espaciales para protegerse de la radiación.

Además, los científicos trabajan constantemente por mejorar la capacidad de pronosticar la intensidad y duración de la actividad del Sol, para así tomar precauciones desde la Tierra.