La NASA captó en video el momento en que la sonda espacial Parker atravesó una potente erupción solar y sobrevivió.
En 2022, la sonda espacial Parker, que se encarga de estudiar el Sol, vivió un momento crítico cuando atravesó una erupción solar con la que la estrella expulsó miles de partículas, energía y calor extremo. La sonda de la NASA recibió el impacto muy de cerca y salió ilesa.
Si bien este evento ocurrió en septiembre del año pasado, no fue hasta ahora que la NASA recuperó las imágenes de entre los miles de datos que el dispositivo espacial envía a la Tierra constantemente. El momento fue captado en video y allí se puede ver parte de la energía que el Sol expulsó hacia afuera.
De acuerdo con los expertos de la agencia espacial, este encuentro entre la sonda Parker y la erupción solar ayudará a los científicos a tener “una mejor visión del clima espacial y sus posibles efectos en la Tierra”.
También conocidas como “llamaradas solares”, o “eyecciones de masa coronal (CME”), las erupciones del Sol son bastante comunes y se conocen hasta ahora como los eventos explosivos más grandes del Sistema Solar.
Según la NASA, ocurren cuando se libera energía magnética acumulada a raíz de las manchas solares, que son áreas más oscuras del Sol donde la temperatura es un poco más baja.
La sonda espacial Parker sobrevivió a una poderosa erupción solar
La agencia espacial reportó que, justamente, la erupción que alcanzó a la sonda solar Parker fue una de las más poderosas registradas a la fecha. Además, la nave espacial resistió a las condiciones extremadamente calientes de este fenómeno, por lo que se consideró una “impresionante hazaña de ingeniería”.
Another first! Our Parker Solar Probe flew through an eruption from the Sun, and saw it “vacuuming up” space dust left over from the formation of the solar system. It's giving @NASASun scientists a better look at space weather and its potential effects on Earth.… pic.twitter.com/AcwLXOlI6m
— NASA (@NASA) September 18, 2023
Recordemos que la sonda solar Parker, fue enviada a la órbita del Sol en agosto del 2018 y se encarga de monitorear y recoger datos de la superficie del Sol y su comportamiento.
Hasta ahora, es el objeto más rápido creado por los humanos en la historia y también el que se encuentra más cerca del Sol. De hecho, se espera que para el 2025 alcance un 0,064 % de la velocidad de la luz, momento en el que estará en su máxima aproximación a la estrella.