Este martes miles de chilenos a lo largo de todo el país observaron el cielo para presenciar un fenómeno astronómico que a pocos deja indiferente: el eclipse de Sol.
En esta oportunidad, la totalidad del eclipse se pudo contemplar entre la zona sur de la Región de Atacama y el norte de la Región de Coquimbo, hasta donde llegó una avalancha de turistas de todo el mundo.
Pero no sólo quienes acudieron a ese sector del país tuvieron una vista privilegiada del fenómeno natural, pues hubo un grupo 80 personas que pudo abordar el vuelo especial de National Geographic en alianza con Samsung Galaxy S10, el “Into the Dark, viaje al eclipse”, en el cual tuvieron la oportunidad de disfrutar el fenómeno a 39 mil pies de altura y sin interrupción de nubes, edificios, ni sombras.
El avión de Sky pilotado por el experimentado Klaus Von Storch – ingeniero aeroespacial y único chileno candidato a astronauta- despegó a eso de las 15:00 horas con importantes rostros del mundo científico, periodistas, y también los 10 ganadores del concurso que otorgaba un puesto en este particular viaje.
La Premio Nacional de Ciencias Exactas María Teresa Ruiz fue una de las grandes personalidades que abordaron este vuelo. En la ocasión la astrónoma señaló que valoraba mucho la iniciativa porque “acerca la ciencia a la gente y como científica no puedo estar más agradecida de algo como esto”.
Otra de las pasajeras fue la investigadora chilena Barbarita Lara, quien recordemos el año pasado fue destacada entre los mejores innovadores menores de 35 años por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). “Me siento muy afortunada de que me hayan invitado y poder estar en el mismo lugar con María Teresa Ruiz, de verdad es un honor poder estar con científicos grandes. Para mí es importante que estemos aquí, que los científicos se empoderen en estas situaciones y mostrarlas”, comentó a BioBioChile.
En tanto, Carolina Pino, estudiante de Bachillerato en Ciencias, fue una de las afortunadas que, tras participar a través de redes sociales, ganó un cupo en este vuelo. La joven de 21 años estaba muy emocionada, pues desde niña ama las ciencias y además esta era la primera vez que se subía a un avión.
“Desde muy chica me llamaba mucho la atención la astronomía. De hecho, voy a estudiar licenciatura en física con mención astronomía tras el bachillerato”, contó Carolina, quien reveló que estaba en la universidad saliendo del laboratorio cuando se enteró que había ganado. “Estaba con mi grupo de amigas en la U y todas me abrazaron súper felices” señaló. “No sé cómo explicar lo que siento ahora”, agregó entusiasmada.
A poco andar del vuelo, los pasajeros ya pudieron ver la fase parcial del eclipse a través de las ventanillas. Esta es la visión que había usando lentes especiales.
En medio del inevitable desorden provocado por la emoción, y de algunas turbulencias, fue posible observar la breve fase total del eclipse, lo que fue toda una experiencia. El avión estaba rodeando el fenómeno a 400 millas náuticas desde la costa, es decir, sobre el mar.
Tras ese breve momento, el eclipse siguió su curso y el avión tomó su camino de regreso, donde una vez más se pudieron tomar increíbles capturas.
Todo resultó tal como fue planeado y sin contratiempos, aseguró el piloto. “Íbamos a unos 850 kilómetros por hora y la umbra (sombra del eclipse) iba avanzando a unos 10 mil kilómetros por hora, entonces tuvimos adecuado el despegue de acuerdo al tiempo que nos demoramos. El viento era bien complejo, pero pasamos ni con un segundo de error, así que estoy muy contento”, dijo Klaus Von Storch en un punto de prensa posterior.
En la ocasión, el ingeniero aeroespacial reconoció que tuvo apoyo de personal de la NASA (la agencia espacial estadounidense) quienes acompañaron el vuelo con un software especial para tomar decisiones rápidas en el aire. “Planificamos el despegue en el momento adecuado para no tener que hacer virajes ni modificaciones del curso”, añadió, asegurando que no hubo ningún cambio de planes en ruta.
En tanto, Santiago De Cárolis, SVP de Marketing y Contenido Estratégico de National Geographic Partners Latinoamérica, dijo que la iniciativa tomó un año de preparación, con el fin de hacerlo “una experiencia única”.
Por lo mismo, aunque De Cárolis admite que no hay nada preparado aún, podría gestarse una iniciativa similar en diciembre de 2020 cuando un eclipse de Sol similar se registre en la Región de la Araucanía. “Lo de diciembre de 2020 también nos brindará una oportunidad de dar un acceso único (a la gente). Seguramente no será arriba de un avión, pero veremos de qué forma llevamos esta experiencia a la audiencia”, afirmó.
View this post on InstagramA post shared by National Geographic (@natgeo.la) on
A continuación te dejamos con algunas imágenes tomadas arriba de este avión.