El gurú tecnológico dice que "entiende" a quienes temen perder sus empleos a manos de humanoides, pero también advierte que es inevitable el avance del trabajo de los robots en muchos terrenos de la economía.
Siempre en la vanguardia de la innovación tecnológica, Bill Gates, ex director de Microsoft, expresó su fascinación por la rápida evolución de la robótica e inteligencia artificial (IA), considerándolas como agentes clave de una inminente revolución laboral y económica.
En su blog personal GatesNotes.com, Gates compartió sus reflexiones a fines de enero sobre el potencial transformador de la tecnología robótica. En una publicación, el magnate exploró la pregunta de si las máquinas son capaces de replicar tanto el movimiento como el pensamiento humanos.
“He aquí por qué estoy entusiasmado con el potencial de la tecnología robótica”, escribió Gates a fines de enero.
“¿Es más difícil para las máquinas imitar la forma en que los humanos se mueven o piensan?”, se preguntó. “Si me hubieran hecho esta pregunta hace una década, mi respuesta habría sido ‘pensar"”, ya que “gran parte de cómo funciona el cerebro sigue siendo un misterio”, se respondió.
Sin embargo, añadió Gates, “tan solo en el último año, los avances en inteligencia artificial dieron como resultado programas informáticos que pueden crear, calcular, procesar, comprender, decidir, reconocer patrones y seguir aprendiendo de maneras similares a las nuestras”.
El empresario señaló que “construir máquinas que funcionen como nuestros cuerpos (que caminen, salten, toquen, sostengan, aprieten, agarren, trepen, corten y alcancen como lo hacemos nosotros (o mejor)) parecería ser una tarea más fácil en comparación” con las dificultades de “pensar”. Pero, “sorprendentemente, no es así”, advirtió. Muchos robots “todavía luchan por realizar tareas humanas básicas que requieren destreza, movilidad y cognición que la mayoría de nosotros damos por sentado”.
Según Bill Gates, si utilizamos la tecnología adecuada, “los usos de los robots serán casi ilimitados”, ya que pueden “ayudar durante desastres naturales cuando, de otro modo, los socorristas tendrían que arriesgar sus vidas, o durante crisis de salud pública como la pandemia de COVID, cuando Las interacciones entre personas pueden propagar enfermedades”.
Además, “en las granjas se pueden utilizar en lugar de herbicidas químicos tóxicos para arrancar las malas hierbas manualmente. Pueden trabajar largas jornadas arrastrando cargas de cien o mil libras por las fábricas. Un brazo robótico suficientemente bueno también será invaluable como prótesis”.
El creador de la corporación fundada en 1975 en Albuquerque dijo que “entiende” la preocupación de aquellos que temen que su empleo quede en manos de un robot o de la inteligencia artificial. Se trataría, dijo, de “una consecuencia desafortunada” de un proceso que ocurrió con “casi todas las nuevas innovaciones, incluida internet”.
Pero, “dada la actual escasez de mano de obra en nuestra economía y la naturaleza peligrosa o poco gratificante de ciertas profesiones, creo que es menos probable que los robots nos reemplacen en los trabajos que amamos y más probable que hagan trabajos que la gente no quiere hacer -hipotetizó-. En el proceso, pueden hacernos más seguros, más saludables, más productivos e incluso menos solitarios”.
La descripción de Gates coincide con la que presentan algunos expertos del sector, como Brooke Sutherland. En una columna para Bloomberg, decía en septiembre del 2023 que “robots versus trabajadores no es un juego de suma cero”, y que “un fuerte gasto en automatización industrial es una respuesta matizada a la escasez de mano de obra y la innovación”.
Por su parte, escribiendo para el New York Times en octubre del 2022, Farhad Manjoo arriesgó que, “en la batalla con los robots, los trabajadores humanos están ganando”. Para empezar, se viene “subestimando a los humanos”, apuntó.
“Resulta que nosotros (bueno, muchos de nosotros) somos realmente asombrosos en lo que hacemos y, en el futuro previsible, es probable que seamos indispensables en una variedad de industrias, especialmente en la redacción de columnas”, afirmó Manjoo. Mientras tanto, aseveró, las computadoras son “sobreestimadas: aunque las máquinas pueden parecer indomables en las demostraciones, en el mundo real la inteligencia artificial resultó ser un reemplazo peor para los humanos de lo que sus impulsores habían profetizado”.
Entonces, ¿cuáles son los proyectos a los que Gate está observando?
Con el partido entre humanos y robots todavía abierto, y con resultado difícil de prever, volvamos a Bill Gates y las startups que lo entusiasman. Son cuatro de Estados Unidos y una de Israel, con distintos terrenos de aplicaciones.
“Algunos de sus robots son humanoides o de apariencia humana, construidos para que puedan interactuar fácilmente en entornos creados para personas”, contó el ya mítico número uno de Microsoft. “Otros -continuó- tienen rasgos sobrehumanos como volar o brazos extensibles que pueden complementar las habilidades de una persona común y corriente. Algunos se mueven sobre las piernas. Otros tienen ruedas. Algunos navegan utilizando sensores. Otros son operados por controles remotos”.
Sin embargo, a pesar de sus diferencias, completó, “una cosa es segura: en la atención médica, la hotelería, la agricultura, la manufactura, la construcción e incluso en nuestros hogares, los robots tienen el potencial de transformar la forma en que vivimos y trabajamos”.
1. Agility Robotics
Esta empresa tiene su base en Oregon, en el noroeste de Estados Unidos, y desarrolló a Digit, al que llaman el “primer robot multipropósito centrado en el ser humano y creado para trabajos logísticos”. Tiene aproximadamente el mismo tamaño que una persona, “está diseñado para trabajar con personas, ir a donde vamos y operar en nuestros flujos de trabajo”, explican sus creadores.
¿Cuál es la diferencia que los puede convertir en realmente necesarios? “Es capaz de transportar cargas mucho más pesadas y extender sus ‘brazos’ para alcanzar estantes para los que necesitaríamos escaleras”, explican los responsables de Agility, a quienes no se puede describir sino como un grupo de soñadores: según reportó en septiembre del 2023 la cadena CNBC, la startup Agility Robotics está trabajando en la construcción de una fábrica en Salem, en Oregon, donde planea producir en masa su primera línea de los robots humanoides Digit.
“Cada robot tiene dos piernas y dos brazos y está diseñado para maniobrar libremente y trabajar junto a los humanos en almacenes y fábricas”, reportó CNBC, según la cual la planta tiene unos 6500 metros cuadrados de sofisticada tecnología.
Algunos de los robots, informaron, ya están trabajando en centros de distribución de Amazon, junto a “colegas” humanos.
2. Tevel
Su sede se encuentra en Gedera, en Israel, es considerada la empresa que construyó el primer robot “volador” capaz de detectar frutas maduras en grandes plantaciones, recolectarlas gentilmente con sus brazos mecánicos y almacenarlas en cajas.
“Para los agricultores de algunos países ricos, alrededor del 40% de los costos pueden provenir de la mano de obra”, se lee en la pluma de Bill Gates. Los trabajadores “pasan días enteros al sol y luego se detienen por la noche”, añade. Si a eso se suma la escasez de mano de obra en agricultura, recordó el empresario norteamericano, los productores “a menudo tienen que tirar la fruta que no se cosecha a tiempo”.
“Es por eso que Tevel creó robots voladores autónomos que pueden escanear las copas de los árboles y recoger manzanas maduras y frutas con carozo las 24 horas del día, al mismo tiempo que recopilan datos completos de cosecha en tiempo real”, concluye el comentario del blog.
Según el portal israelí NoCamels, el de Tevel es el único robot volador autónomo del mundo que recoge fruta. El periódico dijo que el aparato está equipado con cámaras que evalúan el tamaño y el color exactos de cada pieza de fruta, seleccionando solo la que está madura.
Así, “brinda al agricultor valiosas actualizaciones en tiempo real sobre el progreso de la cosecha, el tiempo hasta su finalización, la cantidad recolectada y el costo”.
3. Apptronik
Respecto a esta startup ubicada en Austin, Texas, Bill Gates se pregunta: “¿qué es más útil: varios robots que pueden realizar cada uno una tarea una y otra vez, o un robot que puede realizar múltiples tareas y aprender a hacer aún más?”
Para esta startup, que surgió del laboratorio de robótica “centrada en el ser humano” de la Universidad de Texas, la respuesta “es obvia”, asegura Gates.
Sus ingenieros están construyendo robots humanoides bípedos de “uso general” como Apollo, que pueden programarse para realizar una amplia gama de tareas, desde transportar cajas en una fábrica hasta ayudar con las tareas domésticas. Y debido a que puede ejecutar software de terceros, Apollo se adapta fácilmente a nuevas aplicaciones y funcionalidades.
Hasta ahora, la empresa venía teniendo un perfil bajo, trabajando principalmente en proyectos de investigación y desarrollo con exoesqueletos y locomoción bípeda para el gobierno de Estados Unidos, en particular el Departamento de Defensa. Por eso, si bien Apollo es el primer proyecto comercial de este tipo de Apptronik, “la compañía no es ajena a la locomoción bípeda y al desarrollo humanoide”, remarcó Mike Oitzman en el portal Robot Report.
4. RoMeLa
Esta empresa cuenta con su cuartel general en la Universidad de California, Los Angeles (UCLA). De hecho su nombre es la sigla del Robotics and Mechanisms Laboratory del famoso centro de estudios norteamericano.
Una de sus creaciones, bautizada Artemis (por Advanced Robotic Technology for Enhanced Mobility and Improved Stability) fue incluso elegida para viajar a Francia para participar de… ¡un torneo de fútbol entre robots!
No se trata simplemente de una bizarra reunión deportiva (aunque por su nombre, RoboCup, lo parezca): los ingenieros de RoMeLa trabajan especialmente en cuestiones de movilidad, uno de los frentes más complicados para las empresas de este sector.
“Construir un robot que pueda moverse por terrenos rocosos e inestables y mantener el equilibrio sin caerse no es una tarea fácil”, advirtió el propio Bill Gates.
5. Field AI
Esta empresa en el sur de California, es la confirmación de que “algunos robots no sólo necesitan grandes ‘cuerpos’ sino también necesitan grandes cerebros”, según los presentó el ex CEO de Microsoft.
Field AI, agregó, “no construye robots” en el sentido tradicional, está tratando de crear cerebros.
“En lugar de centrarse en el hardware de estas máquinas, Field AI está desarrollando software de inteligencia artificial para robots de otras empresas que les permite percibir sus entornos, navegar sin GPS (en tierra, agua o aire) e incluso comunicarse entre sí”, completó Bill Gates.