El jueves 9 de marzo, sin que nadie se lo esperara, comenzó una ola de retiros de dineros depositados en las cuentas del súper banco Silicon Valley Bank. El casi legendario SVB. En cuestión de horas, los grandes clientes del banco habían retirado más de 40 mil millones de dólares en efectivo, y un gentío desesperado seguía tratando de sacar su platita depositada. Al día siguiente, el banco estaba en quiebra.
Además, se anunciaba que varios otros importantes bancos estaban también experimentando el retiro masivo del dinero depositado por una multitud de clientes. Se corrió la voz de que estaba repitiéndose el desastre de 2008.
Y, como prueba de lo peor, al día subsiguiente quedó en insolvencia el Signature Bank, también de Estados Unidos. Luego, el 15 de marzo, cayó en legendario banco europeo Credit Suisse, de la también legendaria República de Suiza, y 24 horas después se derrumbaba el First Republik Bank, de Estados Unidos.
Fuera de esos gigantes arruinados, muchos otros bancos y corporaciones de crédito para bienes raíces han quedado prácticamente agonizando, aunque están recibiendo auxilio financiero de otros bancos y de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos…