Detrás de esta historia de abandono se esconden una serie de abusos: desde el sexual hasta el acto infame de un hombre por ocultar el crimen que cometió contra su propia hija.
Con 14 años de vida, una niña, cuyo cuerpo aún se adaptaba a la pubertad, recibió un duro golpe tras el ultraje cometido por su padre.
Desde el municipio boliviano, La Guardia, la historia remece a quienes se han enterado de la trágica situación que enfrenta la prematura madre, quien fue violada por su progenitor embarazándola del que hoy es su hijo y, a la vez, su hermano.
El crimen, publicado por medios sudamericanos como El Tiempo, contiene detalles estremecedores sobre las víctimas, su madre y su hijo.
La niña fue abusada por su padre cuando este se encontraba en estado de ebriedad.
Doris Leaños es la directora de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de la localidad donde se dieron los hechos. La funcionaria confirmó lo ocurrido a la menor, cuyo padre hizo lo posible para que sufriera un aborto.
El sujeto, identificado como Tomás Sambrana, de 44 años, le suministró pastillas a su hija, además de infusiones para interrumpir el embarazo y no ser descubierto en el crimen.
Sin embargo, el bebé logró sobrevivir. Era cuestión de tiempo para que todo saliera a la luz, como una vida que ya estaba condenada al sufrimiento, sin merecerlo, tal como le sucedió a su madre.
Una caja de cartón, un bebé y la carta de una madre
Con los intentos fallidos de aborto que Sambrana planeó contra su hija, el embarazo llegó a término.
En diciembre pasado, el alumbramiento ocurría en el Hospital Municipal del Plan 3.000. Pese a la anormalidad de la situación, en todos los sentidos, el niño nació en buen estado de salud.
La víctima partió a casa con su bebé, pero su padre la obligó, a las 3 semanas del nacimiento, a abandonarlo. De nada serviría que el hechor pidiera perdón a su hija por el delito cometido, tal como lo consigna desde Argentina el matutino Clarín. Sus acciones, seguían encaminadas a ocultar su crimen y a perjudicar sus vidas.
La joven armó una caja de cartón en la que depositó a su bebé. Tratando de amortiguar el impacto del abandono, introdujo algunos productos, entre estos, una cobija, dos pañales, una lata de leche y una mamadera.
A las horas de dejarlo en la calle, el llanto de una criatura llamó la atención de la comunidad. Al acercarse, las personas vieron dentro de la caja de cartón al recién nacido, un intento de dotación de artículos para quienes realizaran el hallazgo y una sentida nota de una madre que tuvo que renunciar a su hijo, por las presiones de su padre violador.
“El que adopte al bebé cuídelo bien, no tiene ninguna enfermedad”, había escrito la joven. Era la petición más desgarradora, en favor de un niño que se aferró a la vida, pese a los planes de aborto de su padre/abuelo.
En la nota, según la Defensoría de la niñez de La Guardia, la madre justificaba su decisión, asegurando que su precaria situación no le permitía quedarse con la criatura.
“No puedo mantener a mi bebé porque trabajo de empleada”, escribió en la carta. Además de ser violada y obligada a abandonar a su hijo, dejó entrever que el trabajo infantil era parte de una corta vida, llena de infamias.
La investigación que derivó en la prisión para un violador
Todo cayó por su propio peso. Cuando el bebé fue encontrado y la nota fue leída, la Defensoría de la niñez entró en acción, alertada por la comunidad.
La directora Doris Leaños aseguró que dieron con el hospital donde nació el bebé. Ahí, se habría cometido un error, aunque se está investigando si partió desde el personal médico o fue la policía la que no actuó ante la previa denuncia del centro asistencial.
“Si tuvo al bebé hay que verificar si comunicaron a la Defensoría y a la Policía, pero si comunicaron el caso, hay que ver por qué no hicieron su trabajo”, aseguró la funcionaria.
Sin embargo, el rastreo de la menor y su hijo fue activado, dando con el paradero de estos y descubriendo que el violador había sido el padre de la niña.
Tras un juicio abreviado, el sujeto fue enviado a la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz de la Sierra. En ese lugar pasará encerrado durante 25 años por el delito que cometió.
Por si fuera poco, trascendió que luego de ser encontrado y rescatado por las autoridades bolivianas, el menor enfermó. Tras ser examinado, se confirmó que el bebé fue contagiado de covid-19. Pero, nuevamente, se impuso la supervivencia y superó al virus.
A la fecha, se encuentra en un hogar de acogida, mientras las autoridades deciden su destino. Quienes lo rescataron le llaman Moisés, inspirados en la historia bíblica.
La joven madre de 14 años, ya manifestó su deseo de recuperarlo luego que su padre ingresara a la cárcel. Sin embargo, es el poder judicial que definirá el destino de dos menores de edad que son víctimas del vejamen de una figura que debía ser protectora y no agresora.