Greg Green, creador del modelo de Aula Invertida, reconocido como uno de los 50 mayores innovadores en educación de la revista Converge, y uno de los 67 educadores más influyentes del mundo. Así, ha colaborado con importantes entidades como la Subsecretaría de Educación de EE. UU., Apple y varias destacadas universidades.
Los constantes cambios globales que está viviendo la sociedad mundial requieren que entendamos que hoy la educación tiene un desafío más amplio: desarrollar aprendizaje permanente y profundo para aplicar lo aprendido como una disciplina para toda la vida, según expertos.
Hoy, por tanto, la educación está transitando un cambio cultural desde un modelo pedagógico centrado en la enseñanza a uno centrado en el aprendizaje, cuyo valor reside en aprender habilidades y competencias de manera eficaz. Gestando así el desarrollo de la sociedad que el siglo XXI demanda.
En consecuencia, se han creado una serie de metodologías que permiten centrar el proceso de enseñanza-aprendizaje en las y los estudiantes. Una de ellas es el Aula Invertida, generada por Greg Green quien, en la siguiente entrevista, explicó detalles sobre los desafíos que viven las escuelas y docentes al momento de implementar esta estrategia.
El experto estará presente en el Seminario de Metodologías Activas, organizado por la Fundación Educacional Seminarium, los días 4 y 5 de mayo.
¿Cuáles son los principales desafíos que experimentan las comunidades escolares al querer aplicar el Aula Invertida?
Lo más desafiante es que las escuelas se consideren como un entorno de “trabajo educativo” que, al igual que los lugares de trabajo profesional, promueven una mejor comprensión de los procesos. En este contexto, el Aula Invertida permite garantizar que las condiciones en las que las y los estudiantes practican, sean propicias para generar un ambiente de trabajo productivo.
Sin embargo, actualmente lo que ocurre es que las y los estudiantes no necesariamente tienen una experiencia útil mientras practican, ni cuentan con espacios en los que se fomente la colaboración y ni tampoco con los recursos técnicos necesarios. Estas condiciones les permitirían lograr hacer trabajos atractivos que promuevan su comprensión y proceso.
¿Qué recomienda cambiar la cultura de los docentes para pasar de la educación tradicional a aplicar el Aula Invertida?
Las y los líderes escolares, así como los docentes actuales, fueron formados de manera tradicional. De ahí que cambiar la cultura es uno de los principales desafíos que tenemos al decidir aplicar el Aula Invertida. Lo que sí es seguro es que cambiar el orden de la rutina valdrá la pena, y hoy es el momento de comenzar.
El simple hecho de cambiar el lugar donde hacemos nuestra tarea naturalmente permite la evaluación diaria, la retroalimentación oportuna, más control e incluso menos trabajo que los maestros se llevarán a casa. Como consecuencia natural de esto, las escuelas se aseguran de que las y los estudiantes tengan los recursos que necesitan para tener éxito y maximizar su experiencia, controlando su propio destino.
¿Cuáles son los principales beneficios del Aula Invertida?
En el momento en el que podemos pensar y sentir que hemos perdido algo de control, un Aula Invertida vuelve a poner el control en nuestras manos. Cuando las y los maestros practican con sus estudiantes, actúan como entrenadores deportivos. Los entrenadores aman el control, porque su sustento depende de los resultados.
Aplicando el Aula Invertida, nuestro proceso de clase producirá grandes resultados si aprovechamos al máximo nuestro tiempo juntos, centrándonos en practicar, evaluar, ajustar y rehacer, en lugar de revisar el libro de texto. Las y los estudiantes aprenden fácilmente a concentrarse, a hacer en la práctica, a aprender a ajustarse y dominar a través de un proceso, porque los preparamos para llevarlo a cabo.
De esta manera, proporcionamos un entorno natural que, insisto, permite sentir más control del proceso y tener relaciones más satisfactorias, creciendo como individuos con el tiempo.
¿Cómo llegaste a crear esta metodología? ¿Qué le hizo darse cuenta de que tenía que cambiar su forma de enseñar?
Hay varios momentos en mi vida que me marcaron para llegar a este punto. Primero, como ex entrenador universitario, me di cuenta de cuánto control tenía sobre mi equipo cuando practicábamos juntos. Luego, como líder escolar, noté que las rutinas de nuestra escuela nos ponían en una seria desventaja. No fue hasta que me concentré en nuestros procesos, y no solo en los resultados, que yo, mi personal y mi escuela comenzamos a cambiar.
Como resultado del diseño inverso y la evaluación transparente de nuestros procesos, descubrimos qué rutinas de aprendizaje en el aula necesitábamos. Para obtener grandes resultados, uno debe tener intencionalmente el proceso correcto.
Mi madre siempre me decía, “si vas a tener excelentes galletas horneadas, debes tener el orden correcto del proceso”. Únicamente sigue las instrucciones que ella diría. Bueno, mamá siempre es la mejor maestra. Si desea obtener los resultados correctos en cualquier escuela o salón de clases, debe seguir los procesos correctos en el orden correcto para obtener los resultados que desea.
Nuestro objetivo era utilizar el Aula Invertida para que un gran número de estudiantes tuvieran éxito y para que el personal se volviera cada vez más apasionado, entusiasta y lleno de energía. Por último, nuestro propio proceso y orden nos permitió transformar naturalmente una escuela tradicional en una de las tres escuelas más innovadoras de los Estados Unidos en solo 18 meses.
El Seminario de Metodologías Activas
El Seminario de Metodologías Activas, a desarrollarse entre los días 4 y 5 de mayo del 2022, contará con la participación de Greg Green, creador del Aula Invertida; John Larmer, autor del “Estándar de Oro” del Aprendizaje Basado en Proyectos; José Manuel Diego-Mantecón, subdirector del Departamento de Matemática, Estadística y Computación, Universidad de Cantabria (España); y Ana María González, especialista en Enseñanza para la Comprensión y Culturas del Pensamiento.