Una demanda por estafa y amenazas con armas de fuego complica la visita de Ozuna al Festival de Viña del Mar 2020. Esto, a raíz de un show en Valparaíso que fue cancelado en 2016 a minutos de su realización, en medio de un escándalo que incluyó disturbios y una visita al cumpleaños de la expareja de Arturo Vidal.

La acción judicial fue interpuesta por Juan Carlos Tapia, dueño de la desaparecida Nice Multiespacio, productora que en 2016 se propuso llevar a Ozuna a Valparaíso y San Antonio en medio de una gira por el país.

A pesar que la demanda data de ese mismo año, en estos días fueron presentados nuevos antecedentes a raíz de la inminente visita del puertorriqueño a Viña del Mar. “Producto del perjuicio que me significó todo esto, no tenía plata ni para pagarle a un abogado”, recuerda Tapia en diálogo con BioBioChile.

Según su relato, la producción del show iba bien hasta el arribo de Ozuna al país, cuando fue invitado al cumpleaños de la entonces pareja de Arturo Vidal. Lo anterior le impidió llegar al centro de eventos El Huevo, donde se iba a realizar el show.

“Después de un año y medio (de los hechos) la demanda se archivó. Y sumado a que este tipo viene al festival, pedimos el ‘desarchivo’ de la causa, además de presentar más antecedentes: pendrives e información audiovisual”, agrega Tapia.

Su queja radica en el pago de 4 millones de pesos a cambio de un recital que nunca se realizó, y por el cual Ozuna ofreció públicamente un show compensatorio que hasta hoy no se ha concretado.

El día del evento, y tras el evidente retraso, el equipo técnico del artista se apersonó en El Huevo sólo a cobrar el dinero y sin el artista.

“Cuando nos dimos cuenta que se iban con el dinero, nosotros les impedimos la salida con otro auto, les pusimos un auto adelante. Luego ellos sacan armas de fuego, puertorriqueños y chilenos, y nos dicen que saquemos los autos o nos iban a disparar”, recuerda el productor.

Sin embargo, lo que ocurrió en la discoteque tras la cancelación no fue menos violento: molestos con el imprevisto, parte del público protagonizó saqueos y peleas en el local, con heridos y disturbios.

“Yo espero que Ozuna se ponga la mano en el corazón y se dé cuenta de la embarrada grande que se mandó con nosotros, porque viene al Festival de Viña del Mar, que es de nosotros. Uno como viñamarino lo siente así… Nos mintió no sólo a mí, a la gente de aquí. Él hizo esto en seis discoteques de Chile y nunca ha sido responsable de nada”, denuncia Tapia.

A pesar que los abogados del productor solicitaron que Ozuna no pueda ingresar al país hasta responder ante la justicia, Tapia reconoce que lo único que pretende es recuperar el dinero invertido: los $4 millones que cancelaron al artista y $4 millones por perjuicios.

Por ahora, los esfuerzos de Tapia se han centrado en concejales y autoridades viñamarinas, a quienes ya ha expuesto su caso. Desde la organización de Viña 2020, optaron por no referirse al tema.