Tras un breve cuadro cómico de Jani Dueñas y Paloma Salas donde recrearon la sección de su propio programa de radio, y después de un contundente show de Horregias, la banda local de punk feminista que este año irrumpió en los grandes escenarios (Teatro Nescafé de las Artes y ahora la Blondie), Pussy Riot debutó en Chile de la mano de Nadya Tolokonnikova, única fundadora presente.
Con cuatro integrantes en escena (dos bailarinas y dos músicas), y visuales sobre la historia del grupo que acompañaron toda la presentación, Nadya irrumpió en el recinto de la Alameda a cara descubierta y con uno de los “chalecos amarillos” insignes de las últimas protestas en Francia, en medio de una escenografía en la misma estética: con los pasamontañas coloridos en las cabezas de sus tres compañeras y señaléticas de precaución repartidas por el escenario.
Police State, Punk Prayer (la canción que interpretaron en 2012 en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú y que le valió a Nadya un paso por la cárcel de casi dos años), Bomb y Heretic marcaron la primera parte del espectáculo, a veces más performático que musical, con pistas pregrabadas y playback vocal en buena parte del setlist.
Si bien el tono de la reunión era combativo e insurrecto (la banda se convirtió en un ícono de la oposición a Vladimir Putin, quien ha impulsado discriminatorias leyes contra las comunidades LGBT+), las consignas y la política quedaron relegadas a las características pantallas de la discoteca.
“Vivas nos queremos, ni una menos”, el coro que desde Sudamérica ganó notoriedad mundial gracias al movimiento del mismo nombre, fue una de las pocas intervenciones en español de Tolokonnikova, que también manifestó interés por los conflictos sociales del país aunque sin entrar en detalle.
Si bien la primera parte estuvo dedicada al lado crudo y punk, la segunda mostró la cara bailable y electrónica del colectivo, con una Tolokonnikova encapuchada al son de las coreografías de sus bailarinas y animando a la audiencia a replicarlas.
En el público, que copó anoche tres cuartos de Blondie, la respuesta fue efusiva sólo en el desenlace, con Bad Apples y Bad Girls como postales.
La cita feminista, que contó con varias referentes del movimiento en Chile, entre ellas Kena Lorenzini, tuvo una de sus frases más aplaudidas no en la voz de Tolokonnikova, sino en la de Feocia, vocalista principal de Horregias: “Que la Blondie se atreva a hacer más shows feministas”.