“Esa era la jerarquía y la índole de sus labios a veces sierpes mal juzgadas, a veces un sensual lunar sobre el labio superior, a veces virgo, a veces seda, goce inmenso, estamento de la flor caída; labios finales, incomprendidos por distintos, descorteses y cínicos como el monóculo solo que no da cuenta de la mirada entera.

Referirse a la Madame Ivonne es nombrar a la belleza injusta”.

Una prosa potente. A ratos etérea, pero en instantes, barroca. Palabras que dan cuenta de un relato caleidoscópico y a la vez sumamente poderoso, en el que cada uno de los protagonistas va aportando sus rasgos peculiares –a ratos normales y a ratos surrealistas- a una historia que conmueve al lector y no lo deja indiferente.

Esa es la razón de ser de Ni brujas ni santos (Ediciones Del Gato, 2024), del escritor y abogado porteño Mario Kahn.

Ésta es una novela en la cual confluyen historias aparentemente disímiles, en las que se resaltan muchos lazos en común a través de los cuales se va hilvanando un texto con una estructura única, que al mismo tiempo explica que manera magistral la psicología de sus personajes, las relaciones entre ellos y el mundo que los rodea, además de la interacción -a ratos perversa- entre ellos, sus realidades y la sociedad n las que les tocó vivir y que rige sus vidas.

En primer lugar, encontramos el relato, la descripción y las aventuras de Perugio, “Míster Sarcófago” -un novel periodista – quien luego de trabajar en una radio bastante fuera de lo común, llega a hacerse cargo de la sección más olvidada de un diario; los obituarios del matutino “La Locomotora”, uno de los periódicos más importantes de la ciudad. Es en ese lugar donde junto a Mireya (o la Flaca Mireya) dan vida a la sección de homenajes post-mortem que poco a poco comienza a levantar vuelo y también dar que hablar a los lectores del medio.

“Así me gustan mis periodistas: osados, atrevidos, ¡pero cuidado! Debes aprender a escribir obituarios, para ello deberás consultar los periódicos que te indiqué y trabajar de cabeza hasta lograr un estilo propio. Un buen obituario debe estar basado en datos verificables y en una información investigada celosamente. Además, debes ser respetuoso con el occiso y su familia, aunque se critiquen sus actos”.

Y de esta manera un día le llega a Míster Sarcófago y a la Flaca Mireya un extraño pedido; la Secta del Secreto Ejecutor de la Afamada Memoria de la Madama Ivonne, pide hacer un obituario de la mujer mencionada, la razón de existir de esa misteriosa agrupación.

De esta forma Perugio y Mireya se sumergen en una reconstrucción minuciosa de la vida de Ivonne -quien vivió en la Europa del siglo XVII- su relación con reprobables prácticas cotidianas de instituciones tales como la Inquisición y el Santo Oficio; como también su rol dentro del grupo humano que vive en la cotidianeidad de la vida europea de la época, tales como María La Clueca, Erasmito la Gallina Meona y Efraín La Charcha, entre otros conspicuos personajes.

De esta manera, “Ni brujas ni Santos” poco a poco se va presentando como una narración poderosa, atemporal, sin lugar, geografía o domicilio medianamente conocido, con un uso magistral de flashbacks y raccontos que rememoran a trabajos literarios de la talla de los escritos de James Joyce o en términos latinoamericanos, del argentino Manuel Puig.

Esta obra literaria es una travesía sobre cotidianidades, paisajes, sentimientos y percepciones, que hace un llamado a la reflexión sobre el rol del hombre, las institucione y la sociedad en que éste está inmerso, en distintas épocas de la historia y con presencia o ausencia de la modernidad como factor evolutivo.

Sin lugar a duda, un gran trabajo de Mario Kahn.

Portada de Ni brujas ni santos
Ediciones Del Gato

Ni brujas ni santos

Mario Kahn
Ediciones Del Gato

2024
ISBN 978-9566334-00-8