El libro “El perfecto transitivo” de Francisco Marín Naritelli es un libro que combina cuentos, poesía, ilustraciones, fotografías (algunas de Robert Frank y una de Henri Cartier-Bresson, entre otras), una reproducción de un óleo, gráficas, citas, todo ello estructurado en cuatro secciones: Crónica urgente, Artefactos cotidianos, Trilogía (Tarde, Noche y Mañana) e Imagen.
Francisco Marín Naritelli busca, experimenta, haciendo guiños y referencias a grandes autores como a marginalidades como, al inicio, a Émile Dubois (asesino acusado de varios crímenes en Valparaíso a principios del sXX), un gay apaleado brutalmente para abandonarlo moribundo en un parque del centro o el asesinato de una mujer por parte de su pareja por celos.
“Comienza la depedida y leeré a André
Bretón para ver si te encuentro, absurda,
sustituida por estas páginas.” (pp 60)
Esa búsqueda de bordes, de diferenciarse, también se muestran en una escritura a ratos difícil, a intensidades que no son cotidianas, sentimientos de abandonos, sensibilidades extremas.
“Revuelvo entre los papeles del clo-
set, una vez, otra vez, a tientas.” (pp 73)
“El perfecto transitivo” parece un libro disperso, aunque tiene como temas y características que le dan cierta unidad como son la intensidad, el sentido de abandono, de falta de correspondencia, la búsqueda, una necesidad de ordenar mucho conocimiento y un interior que parece confundido.
“Ahora pienso lo exquisito que sería observarme mientras camino leyendo un libro.” (pp 152)
“El perfecto transitivo” parece un experimento inacabado, un libro muy personal y, como tal, que puede hacer mucho sentido en quienes logren establecer cierta empatía con el autor y su obra. Dada su diversidad, es probable que algunos textos resuenen a los lectores y otros generen indiferencia o rechazo.
“El perfecto transitivo”
Francisco Marín Naritelli
Ediciones Filacteria
Santiago de Chile, agosto de 2019