A través del programa “Actitud Emprendedora”, que promueve habilidades socioemocionales como el liderazgo, la creatividad y el trabajo en equipo entre los y las estudiantes, se busca mejorar la convivencia al interior de la sala de clases.
Los episodios de violencia escolar registrados al interior y al exterior de los diversos centros educacionales de nuestro país, dan cuenta de un alza de este tipo de eventos, que incluso pueden terminar con la muerte de los estudiantes, una situación que desde la Fundación Juventud Emprendedora se busca prevenir.
El estudio realizado en 2022 por el Observatorio de Ciudadanía, Convivencia y Bienestar Escolar de la Universidad de La Frontera (UFRO) dio cuenta que las denuncias sobre violencia escolar aumentaron en un 37% respecto a 2019. En paralelo, según cifras de la Superintendencia de Educación, las denuncias por maltrato entre estudiantes aumentaron en un 81% en 2023.
Bajo esta premisa nace el programa Actitud Emprendedora, de la Fundación Juventud Emprendedora, que desarrolla e implementa este tipo de iniciativas desde hace más de dos décadas, potenciando las habilidades socioemocionales en niños y adolescentes de las localidades más apartadas de diversas regiones de Chile.
Actitud Emprendedora busca apoyar de manera integral a las y los estudiantes, para que puedan fortalecer su proyecto de vida y desarrollar diversas habilidades, como el liderazgo, la creatividad, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo.
“Al implementar este programa en la sala de clases, donde los estudiantes son los protagonistas y el profesor es un facilitador, hemos sido testigos de cómo ha mejorado la convivencia escolar, donde los estudiantes han adquirido diversas herramientas, como por ejemplo aprender a resolver conflictos de forma pacífica y constructiva”, comenta Gabriela Merino, directora ejecutiva de la Fundación Juventud Emprendedora.
Desde el punto de vista académico, diversas investigaciones dan cuenta del impacto positivo que surge al implementar programas socioemocionales al interior de la sala de clases: los alumnos están más apegados a la escuela (Durlak, Weissberg, y Casel); aumenta la sensación de comunidad escolar entre los estudiantes y el compromiso hacia su centro educacional (Casel a, 2007) y mejora el comportamiento y desempeño en el colegio y mejora las actitudes hacia el centro de educación (Zins, et al, 2003).
Así, la directora ejecutiva resalta la importancia de cooperar y ser parte desde la sala de clases en la prevención de estas agresiones.
“Todos los estudios fundamentan que el ‘buen apego’ tiene un fuerte impacto sobre otras dimensiones, como por ejemplo la convivencia escolar. La clave es poner en el centro a las y los estudiantes y despertar en ellos estas habilidades socioemocionales, basada en los cuatro pilares de convivencia: respeto, inclusión, participación y diálogo. Así, tendremos estudiantes más seguros de sí mismo y con mejores relaciones en su entorno”, indica.
El programa Actitud Emprendedora se desarrolla –en la actualidad- en el Liceo Likan Antai, en San Pedro de Atacama, región de Antofagasta. Allí, la Fundación Juventud Emprendedora trabajará con más de 200 estudiantes de aquí a 2026.
Juventud Emprendedora es una fundación sin fines de lucro, con más de 20 años de trabajo juntos a instituciones privadas. Su objetivo es desarrollar en niños, niñas, adolescentes y jóvenes de comunidades remotas, las habilidades y competencias necesarias para tener una actitud emprendedora frente a la vida, a través de experiencias de aprendizaje significativo.
El trabajo de FJE se sustenta en la premisa de que la formación integral de las personas es un factor clave para su crecimiento y cumplimiento de su proyecto de vida. Su labor apunta al desarrollo de capacidades emprendedoras y habilidades socioemocionales, a través de proyectos con foco en el emprendimiento como una “actitud de vida”.