Durante todo octubre, el festival de teatro buscará acercar las artes escénicas a los habitantes del archipiélago de Chiloé. En total serán siete producciones las que se presentarán en diferentes localidades, donde niños ya adultos podrán participar.
A partir del 4 de octubre, el Festival Internacional de Teatro Itinerante por Chiloé Profundo (Fitich) iniciarán sus giras por la región de Los Lagos con cinco montajes para toda la familia y dos para mayores de 15 años, con este hito se materializará una de las aristas del XXI.
En bañador (Compañía Aranwa), El hijo de Amanda (La Otra Compañía), El sueño de Mateo (Perfiles & Siluetas) y Manicomio (Tdec) son los títulos pertenecientes a grupos provenientes de Valdivia, Temuco, Santiago y Chaitén que exhibirán puestas en escena para público familiar y adulto. A esto se agrega el Taller de Danza a cargo de Heidi Duckler que contempla siete jornadas.
La directora del festival, Gabriela Recabarren, afirmó que “la itinerancia está en la esencia de Fitich y complementa el enorme trabajo en terreno en una línea que vincula formación y creación permanente”.
Calbuco, Quinchao, Castro, Chaitén, Ancud, Queilén, Quellón y Dalcahue serán visitados también por las producciones familiares ¿Por qué el conejo tiene las orejas largas? y Tejiendo la ruta a casa (familiares), junto a De pandemia y otras vecinas monólogos en cuarentena.
Todo es juego
En coincidencia con el perfil del Fitich, la dramaturga y directora Layla Raña cuentó que su compañía de teatro Aranwa “busca estimular, desarrollar y fortalecer el potencial motor, cognitivo y social del ser humano, a través del arte y la educación”.
Su trabajo para la primera infancia se manifestará esta vez en En bañador, una de sus cinco producciones con las que ha visitado salas cuna, jardines infantiles, colegios y festivales en Chile y el extranjero.
Público entre 6 meses y 4 años podrán apreciar un relato donde “tres niños, a la hora del baño, apenas se abre la ducha, disfrutan de un espacio que se convierte en el imaginario marino de ellos, antes que se pongan el pijama y se duerman”, adelantó Raña.
“El agua es un espacio global que contiene, pero al mismo tiempo fluye, avanza y está lleno de misterios”, concluyó la dramaturga respecto de una propuesta en que niños y actores juegan con esponjas, baldes y paraguas.
Migración y autoestima
El hijo de Amanda es también un montaje familiar que, inspirado en el asesinado del cantautor chileno Víctor Jara, recurre a la interpretación actoral y al teatro de muñecos y objetos para “sacar a la luz al Víctor niño, estudiante, actor y director teatral”, explicaron los realizadores de La Otra Compañía.
La historia tiene a Chillán como campo de acción y su conciencia social y política como contexto, además de su perfil de músico y compositor: con la dirección de Aldo La Barra, la obra recorre su nacimiento en una familia disfuncional de inquilinos, con una cantora popular como madre, Amanda.
También alude a la migración del grupo a Lonquén y el posterior asentamiento en una población popular en Santiago, episodios que la obra utiliza “para descubrir su mundo interno y el que lo rodeaba, donde forjó su trabajo creativo y la preocupación por la justicia social”.
En tanto, la compañía Perfiles & Siluetas presentará una adaptación de Varinia Acuña sobre el cuento homónimo de la española Clara Redondo, “El sueño de Mateo”.
La obra familiar está dedicada a espectadores entre 5 y 15 años, quienes -proponen sus creadores- experimentarán emociones a flor de piel con una historia sobre abuso, autoestima y empatía, a través de un protagonista que le cuesta confiar en lo que puede conseguir, afectado por las descalificaciones que ha sufrido.
Finalmente, la obra para público adulto Manicomio de la compañía de Teatro y Danza Experimental de Chaitén (Tdec) que dirige Javier Vivallo abordará el duro, ilegal e ilegítimo encierro de mujeres en recintos psiquiátrico como castigo.