Patricio Guzmán (Santiago, 1941) muestra de manera sólida el Estallido Social desde su corazón, desde adentro. Entre los puntos a destacar: Un documental donde sólo entrevistan a mujeres, y parece normal.
Patricio Guzmán
El documentalista es una figura y un referente internacional en el rubro. Patricio Guzmán tiene una amplia, reconocida y premiada filmografía, con títulos como las trilogías La Batalla de Chile, y Nostalgia de la luz, Botón de nácar y La Cordillera de los Sueños.
Aunque ha abordado diversos temas, como, por ejemplo, con Mi Julio Verne, Guzmán ha volcado buena parte de su energía y creatividad a Chile. Mirado desde sus procesos sociales y políticos. Tanto en el país como desde el exilio.
Patricio Guzmán quedó marcado por la Unidad Popular (El primer año), Salvador Allende, el golpe cívico-militar de 1973 y el exilio. Por los sueños truncados. Por ello, ofrece una mirada personal, desde adentro, desde una posición que explicita, que no busca ser neutral.
Un deseo
Este documental parte, en cierta medida, con el final del anterior:
“Mi última película, “La Cordillera de los Sueños” termina con una secuencia donde cuento que mi madre me había enseñado que, al ver una estrella fugaz en el cielo, podía pedir un deseo en secreto y que se convertiría en realidad. En esa secuencia digo que mi deseo lo diré en voz alta y ese era que Chile encontrara su alegría y su infancia perdida”, dijo Patricio Guzmán.
Fiel a ese deseo profundo, el director vuelve a Chile a retratar la alegría, la irrupción de rabias, dolores, demandas y esperanzas colectivas que desbordaron con el Estallido Social. Y, en especial, los deseos de luchas sociales, de sueños colectivos. Recuperar la alegría, la infancia perdida y, en especial, esa juventud interrumpida el 11 de septiembre de 1973.
Mi país imaginario
El documental muestra e indaga en el centro y corazón del Estallido Social. La Plaza Dignidad (Baquedano y/o Italia) con sus manifestantes y socorristas. Busca retratar y entender lo que pasa ahí. Trata de entender esa energía, perseverancia, la rabia y esperanzas que se manifiestan en ese lugar. Una energía que, desde afuera, se ve muy masculina.
En forma paralela, además de sólo entrevistar mujeres, Patricio Guzmán muestra a Las Tesis y sus performances. Hace un contrapunto entre “Plaza Dignidad” y “Las Tesis”, donde pueden parecer complementarios, contradictorios, dialogantes…
Mi país imaginario también recurre a una diversidad de mujeres, como la periodista Mónica González, la fotógrafa Nicole Kramm, Elisa Loncón, la escritora y dramaturga Nona Fernández, la politóloga Claudia Heiss, constituyentes y una dirigente de una toma, entre otras.
El resultado es una mirada caleidoscópica rotunda, consistente, coherente. Una verdad incuestionable, aunque sea parcial y muestre sólo un fragmento de un fenómeno nacional que llegó a gran parte de los territorios y grupos sociales.
Mi país imaginario es un documental muy bien realizado, con tomas cuidadas, con un montaje preciso. Con música que logra ambientes, tensiones y citar referencias que aportan al relato, a sensibilizar.
Apela a la memoria -a la propia del director y a la colectiva-, uniendo los sueños de Allende, la Unidad Popular y del pueblo (sus adherentes), con las demandas del Estallido Social, la Asamblea Constituyente y la elección de Gabriel Boric como presidente. Es un documental -como todos los de Patricio Guzmán- político, que toma partido.
Mi país imaginario expresa una posición. Lo hace en forma abierta, clara, en forma razonada. Desde ese punto de vista, es un aporte para conocer esas realidades y postura.
Se podría criticar que no aborda -salvo mencionarlo- los vandalismos, saqueos, las personas que fueron fuertemente perjudicadas y dañadas con el Estallido Social (pequeños comerciantes, empleados, etc). Pero ese habría sido otro documental.
Las mujeres
Patricio Guzmán optó por entrevistar sólo a mujeres. Salvo en las concentraciones, los enfrentamientos entre carabineros y manifestantes. Esta decisión, que hace unos años habría sido impensada, provocadora y podría haber generado debate, hoy resulta “natural”. Es darle voz a un sector sin voz.
(Resulta tan natural como puede sorprender -y chocar- ver en La Batalla de Chile un mundo tan masculino y fumador.)
Esta decisión de Patricio Guzmán también puede ser una opción política del director: Ver en las mujeres y los movimientos feministas una luz de esperanza, una vía cierta a las transformaciones que tanto anhela.
En su estreno en Cannes, fue ovacionada de pie por el público durante casi 10 minutos.
Mi país imaginario
Dirección y guion: Patricio Guzmán.
Montaje: Laurence Manheimer
Música: Miranda y Tobar
Producción: Renate Sachse, Alexandra Galvis.
Dirección de foto: Samuel Lahu.
Distribuye: Market Chile
Fecha de estreno en Cines: 11 de agosto