“La situación actual es una gran oportunidad para que la Cultura tenga un espacio en la Constitución”, afirma Silvia Westermann, Presidenta de la Academia Chilena de Bellas Artes.
Demandamos la “inclusión de artistas en la discusión de la nueva Carta Magna, porque no siempre son llamados a estas discusiones, ni siquiera respecto a los fondos, porque eso lo resuelve el Ministro de Hacienda”, complementa Mario Rojas, Presidente de UNA (Unión Nacional de Artistas), miembro del Consejo de la SCD (Sociedad Chilena de Autores e Interpretes Musicales) y del Consejo de Fomento de la Música del Ministerio de las Culturas.
“La CUT, la ANEF, etc, tienen un lenguaje común. Pero los diversos sectores de la Cultura tienen distintos lenguajes, no tienen uno en común”, dice Silvia Westermann, reconociendo en ello un problema, aunque durante la Movilización Social “todos han opinado igual, con un mismo lenguaje.”
“Este ha sido el peor momento para implementar un Ministerio de las Culturas”, sostiene Mario Rojas, “han manejado el Gobierno como una empresa familiar”.
“Hay un menosprecio de la clase trabajadora cuando opinan que sólo quieren escuchar música popular y lo que aparece en la televisión”, dice Mario Rojas, “es tan ‘rasca’ el que se cree pituco como el resto, este es un país provinciano”.