Cuando te miras al espejo y notas alguna protuberancia en tu piel, probablemente sólo piensas en deshacerte de ésta lo más rápido posible.
En medio de tu mini ataque de desesperación y ansias de ver tu piel despejada otra vez, puede que trates de reventar, rascar o apretar esas imperfecciones. Sin embargo, los expertos en cuidado de la piel coinciden en que esto es una pésima idea.
“Estallar un grano hace que tu piel se rompa, por lo que es más susceptible a la infección y un problema aún más grande de lo que originalmente era”, dice el dermatólogo de Nueva York, Dendy Engelman, en la revista especializada Rodale’s Organic Life.
El especialista dice que para mantener tu cutis sano y evitar daños permanentes como cicatrices o vasos sanguíneos rotos debes evitar tratar por tu cuenta los granos que puedan aflorar en tu piel.
A continuación te indicamos al menos 6 tipos de granitos que no debes manipular…
ADVERTENCIA: Esta nota contiene imágenes que ilustran cada problema.
1. Los pelos encarnados
Cuando quieres que tu piel quede perfecta después de la depilación, es probable que busques deshacerte de los pelos encarnados, presionándolos, pero no es la mejor idea.
“Los pelos encarnados se producen cuando el tallo del pelo se queda atrapado bajo la superficie de la piel”, dice el dermatólogo Joel Schlessinger, añadiendo que es común que cuando un pelo se encarna aparezcan bultos rojos que pican y se inflaman. “Pero nunca es una buena idea usar pinzas o fuerza manual para sacarlos”, dice.
Si lo haces, es probable que rompas la piel, lo que conduce a una mayor inflamación, infección y complicaciones incluso peligrosas, como la infección por estafilococos o incluso desatar una septicemia. “Exprimir los pelos encarnados sólo hará que la inflamación y la irritación sea peor”, dice Schlessinger. En su lugar, aplica hidrocortisona, lo cual reduce el enrojecimiento, picor e irritación, y lava la zona afectada con un exfoliante para ayudar al vello a salir a la superficie de la piel.
2. El herpes labial
El herpes labial, muy común en los meses de invierno, es algo que jamás deberías rascar o exprimir, a menos que quieras tenerlo en tu boca eternamente. Si aprietas un herpes podrías liberar un líquido que contiene el virus y podrías extenderlo fácilmente a otras áreas, señala Schlessinger.
El experto advierte que “estas ampollas son causadas por el virus del herpes simple que puede ser transmitido de una zona a otra a través del tacto”. Las pequeñas úlceras se pueden curar con medicamentos como aciclovir, que en Chile se venden con receta médica.
Por otro lado, si tienes un herpes evita besar, porque así también se propaga.
3. Milia
Son unos pequeños granitos blancos que suelen aparecer cerca de los ojos. “Estas protuberancias son quistes duros blancos debajo de la piel. Exprimirlos tiene poco o ningún efecto, sólo lograrás que la piel se enrojezca, irrite e inflame, mientra la milia sigue intacta”, dice Schlessinger.
Y es que la milia en realidad no es suciedad, grasa, o pus, son células de la piel atrapadas. “Si te molestan, programa una cita con tu dermatólogo, es probable extraerlas con una herramienta caliente, esterilizada,” dice Engelman.
4. Queratosis pilar
“Es una afección cutánea común en la cual una proteína de la piel, llamada queratina, forma tapones duros dentro de los folículos pilosos”, señala la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos.
“Lo que sucede es que la acumulación forma un tapón que bloquea la abertura de un folículo piloso. Presionar o rascarse estas lesiones provoca enrojecimiento y cicatrices”, dice Engelman, añadiendo que lo mejor es usar un exfoliante con ácido salicílico o ácido glicólico para calmar la inflamación. “Si eso no funciona, consulta a un dermatólogo, que te puede dar el tratamiento adecuado”, recomienda.
5. Los puntos negros
“Los puntos negros se componen de lo mismo que las espinillas que surgen por exceso de grasa o aceite en la piel” dice Schlessinger, añadiendo que aunque parece una solución fácil exprimirlos, sólo dañas tu piel.
“Exprimir obliga a las bacterias a provocar un traumatismo aún más profundo en la piel”, señala, y recomienda usar un exfoliante y limpiador contra espinillas y puntos negros.
6. Acné quístico
Esto es cuando “el acné que está profundo en la piel causa quistes firmes y dolorosos, lo cual se denomina acné noduloquístico”, explica la NIH de Estados Unidos.
“La inflamación que acompaña el acné quístico puede dificultar el proceso de curación y conducir a cicatrices permanentes que son prácticamente imposibles de eliminar,” dice Engelman, por lo mismo, exprimir estos granos, no ayuda.
“Los quistes se producen tan por debajo de la piel que ni siquiera te acercas a alcanzar el bache y sólo quedas con una mancha sangrienta que es imposible de cubrir con maquillaje”, dice Schlessinger. Por ello, lo mejor es acudir a un dermatólogo para recibir tratamiento e incluso liberarte de las cicatrices.
¿Por qué nunca deberías reventar una espinilla?
La doctora en medicina Jeanine Downie B., experta en dermatología del portal YouBeauty y directora de su propia clínica dermatológica en Nueva Jersey (EEUU), señala que el acné se presenta en muchas formas y tamaños. Hay puntos negros, puntos blancos, suaves protuberancias rojas y grandes nódulos rojos.
Extraer cualquiera de éstos en realidad no hace que desaparezca el problema, sino que todo lo contrario, pues por lo general se agrava, pudiendo provocarte una infección y dejarte con cicatrices.
Según explica Downie, las espinillas se forman cuando el aceite natural de la piel se queda atrapado bajo la superficie. Esto se puede mezclar con células muertas de la piel y forman un tapón que puede reaccionar con P. acnes , una bacteria que se encuentra en los folículos del cabello y que inflama la piel rápidamente.
Cuando exprimes esa protuberancia, rasgas la piel y a medida que presionas, ingresa la suciedad y las bacterias presentes en los dedos a la cara, la cual queda roja y propensa a infectarse, además de aumentar las probabilidades de que queden marcas permanentes.
Por ello, los dermatólogos extraen las espinillas con instrumentos especiales y estériles, para luego limpiar la zona afectada con alcohol.
La experta señala que para prevenir y tratar las imperfecciones de la piel, es recomendable usar exfoliantes con agentes antibacterianos, tales como el ácido salicílico, peróxido de benzoilo y retinol. También se puede recurrir a medicamentos y procedimientos dermatológicos que incluyen exfoliaciones con ácido glicólico, láser o tratamientos de luz.