Tener una relación de pareja sana y feliz es una de las aspiraciones de la mayoría de las personas. Sin embargo, lograrlo puede ser un verdadero desafío.
Así lo afirma la psiquiatra y terapeuta Abigail Brenner, quien en una columna publicada en el portal especializado Psychology Today, indicó que “los medios de comunicación constantemente alimentan la idea de que el romance y el sexo son los componentes claves para una relación, al menos inicialmente esto nos lleva a creer que ser atractivo, y ser atraído y deseado, es una gran parte del juego de las citas”.
Aunque esto tiene algún sentido -dice ella- porque nuestras prácticas de apareamiento no son impulsadas por el instinto como otras criaturas, nuestra elección de pareja tiene mucho de “natural”.
“Sí, nosotros podríamos ser fundamentalmente lógicos y prácticos en nuestras opciones, pero hay algo en nosotros que se esfuerza por conseguir el tipo de genes que queremos transmitir a la siguiente generación”, explica.
Como nuestra elección no es completamente lógica y aunque dentro de cualquier relación hay altos y bajos, la experta señala que debemos poner atención cuando nos sentimos infelices dentro de ella.
“Incluso si amas a la persona con la que estás o han estado juntos por mucho tiempo, ser infeliz es una enorme bandera roja. Para evitar esto, los miembros de la pareja tienen que encontrar la manera de comunicarse de manera que su equilibrio no se altere en una base a largo plazo. (Por ejemplo, hacer constantes ajustes para que la relación funcione, puede causar estrés e insatisfacción.)”, comenta.
Pero, ¿cómo saber que estás en una relación fuerte y saludable? Brenner dice que estos 10 aspectos podrían ayudarte a dilucidarlo…
1. Tú y tu pareja están en sintonía en término de valores básicos y metas en la vida. “Ambos saben lo que quieren de la vida, sus objetivos comunes, lo que desea cada uno lograr en la vida, y están firmemente comprometidos con el logro de estos juntos”, señaló Abigail.
Algo similar opina la escritora, oradora y columnista de Bable.com, Chaunie Brusie, quien señaló en una de sus columnas que “establecer metas juntos, haciendo planes para el tipo de vida que quieres vivir con tu pareja, y comprobar en el camino, ayuda a mantenerse conectado mientras sueñan”.
2. Hay un fuerte sentido de confianza entre ustedes. Están abiertos a discutir todo: lo bueno, lo malo y lo feo. No hay una agenda oculta ni secretos de su pasado.
Si tienes miedo de expresar lo que sientes, piensas, sueñas, anhelas o temes revelar quién realmente eres es que algo no anda bien en la relación.
3. Mantienes tu propia identidad dentro de la relación, y lo mismo ocurre con tu pareja. “Esto es tan vital. Tu relación puede ser una gran parte de lo que identifica quién eres, pero aún así, sigues siendo lo que eres como individuo más allá de tus diferentes roles en la vida”, comenta la especialista.
De hecho, el psicoterapeuta sexual estadounidense y autor del libro “The Erotic Mind” (La mente erótica), Jack Morin, advierte que la sensación de estar con nuestra “otra mitad” nos hace desear fusionarnos con el otro y comenzar a verlo como una extensión de uno mismo, bloqueando la química sexual. De este modo, pasan de ser una pareja de amantes a una de entrañables amigos.
Lo ideal, para el terapeuta es comprometerse emocionalmente con la pareja, pero viéndola como un individuo y no como “tu otra mitad” porque no sólo perderás tu identidad, sino que también el interés. “Deben complementarse no unirse”, aconseja.
4. Pasan tiempo de calidad juntos. Hacen cosas juntos, cosas importantes para los dos, no sólo las que interesan a ti o él individualmente.
El psiquiatra Mark Gulston, señala que cuando la pasión baja sus niveles, es común que las parejas se den cuenta que tienen pocos intereses en común. Por ello, no hay que restarle importancia a las actividades que pueden desarrollar y disfrutar en conjunto, dice el experto. “Si los intereses comunes no están presentes, las parejas felices los desarrollan”, señala, recomendando también tener actividades por separado, para que la relación no se vuelva demasiado dependiente.
5. Se animan el uno al otro a crecer y cambiar. “En otras palabras, se inspiran entre sí para ser una mejor persona”, señala Abigail.
Michael Sama, coach de relaciones, dice que “dos personas que se quieren y que se preocupan por la otra persona nunca intentarían desilusionar a su pareja o retenerla. Ellos se animan y se apoyan cuando tratan de perseguir sus objetivos y sus sueños”, explica James.
De acuerdo a Sama, cuando reprimes a tu pareja, la relación se resiente a largo plazo. “Paradójicamente, dar mayor libertad a tu pareja a menudo supone un acercamiento por su parte”, asegura.
6. Tú y tu pareja se sienten seguros al comunicar sus necesidades personales y deseos. Discuten temas de interés para ustedes como pareja y para cada uno de ustedes individualmente. “Escuchar cuidadosamente con toda la atención es esencial para la verdadera comprensión”, señala la psiquiatra.
“No todo en la relación va a ser maravilloso, pero los retos a los que tengan que enfrentarse juntos los harán más fuertes, como individuos y como pareja. No se puede solucionar ningún problema si no se le hace frente, y las personas que se preocupan por su pareja serán lo suficientemente maduras para tener discusiones de adultos y llegar a una conclusión”, explica Sama.
7. Respetan las opiniones del otro, incluso si no están de acuerdo. “Eres capaz de convertir sus diferencias en un compromiso justo”, dice Abigail.
En el fondo, eres capaz de aceptar que tu pareja puede pensar diferente a ti y eso no lo hace una peor persona, sino que simplemente una diferente.
8. Comparten expectativas realistas de la relación. Recuerda que estás tratando con otro individuo extraordinariamente complejo, además de ti mismo. Hay suficiente que trabajar como para perseguir ideales poco realistas.
Tal como señaló anteriormente a BioBioChile, la magíster en psicología clínica, Camila Aguayo, una de las mayores dificultades “es dejar de ver lo real de la relación y lo real que cada miembro de la relación puede aportar a esta unión de a dos”, añadiendo que cuando las expectativas y proyecciones infantiles son desplegadas, “las personas confunden la relación con los intercambios que se van ofreciendo sin ver más allá el sentido de estar juntos”
9. Cada uno de ustedes aporta su parte a la relación. Cada miembro aporta sus mejores fortalezas y habilidades en beneficio del “equipo”.
También se trata de no dar a la pareja por sentada. Es fácil caer en esto cuando tienes una relación larga, pero recuerda siempre que las relaciones se construyen de a dos y que el amor se muere cuando no lo alimentas. Da las gracias por las contribuciones de tu pareja y constantemente pregúntate qué puedes hacer tú para contribuir.
10. Tú y tu pareja respetan los lazos de amistad y familiares de cada uno “Si bien es importante reservar un tiempo para la familia y los amigos, también es importante mantener límites saludables entre tú y tu pareja como una unidad aparte de otras relaciones cercanas”, comenta Abigail.
“El cuidado, amabilidad, apoyo, ánimo, y empatía son el lema de una relación buena y cariñosa. Simplemente no hay espacio para la grosería, la mezquindad, la envidia, los insultos, ser degradante, andar culpando, criticando, juzgando o agrediendo. Estos límites no se pueden cruzar”, enfatiza Brenner.
Por último, la especialista recalca que si tú decides unir tu vida con otra persona, “se trata de embarcarse en un viaje juntos, en los próximos años. No renuncias a lo que eres y tampoco lo debe hacer tu pareja. Cada uno conserva su individualidad, uniendo lo mejor de lo que eres para el bien común, y si así lo decides, para tu familia”.