Investigadores del Centro de Estudios Científicos de Valdivia, descubrieron un lago subglacial en la Antártica Chilena. Es el primero en no ser descubierto por expertos que provengan del extranjero.
Las primeras pistas se conocieron en el verano del año pasado, cuando la estación móvil “CECs 1″ efectuaba su recorrido por el plateau central de la Antártica occidental, según se explica en un comunicado.
El descubrimiento se realizó el 21 de enero de 2014, oportunidad en que las mediciones mostraron un “cuerpo de agua masivo a un poco más de 2,6 kilómetros de profundidad bajo el hielo”.
El lago llamado CECs, cuenta con una superficie estimada en 18 kilómetros cuadrados, se encuentra ubicado “en una zona divisoria de tres grandes glaciares de la Antártica occidental, donde nacen grandes corrientes de hielo, por lo que se encuentra en una situación de baja perturbación, donde el movimiento del hielo es casi inexistente”.
Lo anterior permite que el cuerpo de agua sea calificado como “extremadamente estable, con mínimos intercambios de masa con su entorno, convirtiéndolo en un lago prácticamente encapsulado”.
Vida en condiciones extremas
Tras ser un lago que se encuentra encapsulado, favorece la hipótesis de que pueda existir formas de vida.
Hasta el momento sólo ha sido posible introducir una sonda en un lago subglacial, el Whillans. En la oportunidad se publicaron los hallazgos que se hicieron en el cuerpo de agua, donde se encontraron formas de vida, incluyendo peces.
Por esta razón los científicos buscan un lago que sea lo más encapsulado posible, con accesibilidad para que una perforación sea viable, por lo cual el CECs es un candidato para estos estudios.
Andrés Rivera, glaciólogo del CECs y miembro de la expidición, explicó que “hace años la comunidad científica está empeñada en probar la hipótesis de que incluso en las condiciones extremas de un lago subglacial cerrado, encontremos vida, ojalá lo más distinta a la que conocemos, ya que desde un punto de vista científico, sería lo más parecido a viajar a otro planeta y encontrar vida”.
La lago se ubica a 160 kilómetros del glaciar Unión, lugar en el que pueden aterrizar aviones.
Cabe destacar que los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista “Geophysical Research Letters”, donde el artículo apareció el 22 de mayo.