En reemplazo del azúcar, los refrescos dietéticos son endulzados con sustancias artificiales como aspartamo, ciclamato, sacarina, acesulfamo-k o sucralosa.
Casi todas las bebidas endulzadas en el mercado tienen una versión “light” o “diet”. Estos productos son libres de calorías, lo cual técnicamente debería ayudar a perder peso y a prevenir enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar, como síndrome metabólico y diabetes. Sin embargo, la evidencia de que estas bebidas funcionen en ese sentido es completamente inexistente.
Refrescos dietéticos y síndrome metabólico
El síndrome metabólico incluye a un grupo de factores de riesgo que suelen ocurrir simultáneamente y elevan el riesgo de diabetes, accidentes cerebrovasculares y problemas cardíacos. Se suele definir a partir del reconocimiento de tres o más de estos síntomas:
- Obesidad abdominal.
- Alto nivel de glucosa en ayunas.
- Triglicéridos elevados.
- Colesterol HDL bajo.
- Presión arterial elevada.
Y beber refrescos sin calorías en lugar de endulzados con azúcar no parece ser de ayuda contra el síndrome metabólico.
En un estudio publicado en la revista Circulation en el año 2008, el cual siguió a 9.514 personas durante nueve años, beber bebidas endulzadas artificialmente se asoció con un riesgo 34 % mayor de desarrollar síndrome metabólico .
Otro estudio encontró un riesgo 36 % mayor de síndrome metabólico y un riesgo drásticamente elevado de sufrir diabetes en bebedores de refrescos dietéticos.
Vínculos con la depresión y el parto prematuro
En un estudio realizado sobre 263.925 adultos con edades entre los 51 y los 70 años, los que bebieron refrescos tuvieron una tendencia 30 % mayor a ser diagnosticados con depresión en un período de 10 años. Y el vínculo fue más fuerte con las bebidas dietéticas que con las regulares.
Su consumo también está asociado con partos antes de término. En una investigación que incluyó a 59.334 mujeres embarazadas en Dinamarca, una porción diaria de refresco dietético se ligó a un riesgo 38 % mayor de parto prematuro. Y cuatro porciones diarias elevaron el riesgo a un 78 %.
La diabetes tipo II suele asociarse con la obesidad y el consumo de azúcar, y muchos creen que reemplazar las bebidas azucaradas por dietéticas puede ayudar.
Sin embargo, no hay evidencia de que eso funcione. Un estudio realizado sobre 6.814 personas de entre 45 y 85 años, el consumo diario de refrescos dietéticos se vinculó a un riesgo 67 % mayor de sufrir diabetes tipo II .
En otra investigación, 66.118 mujeres en Francia fueron monitoreadas durante 14 años. Y las que consumieron la mayor cantidad de bebidas dietéticas presentaron un riesgo 121 % mayor de desarrollar diabetes tipo II .
Finalmente, el análisis de los datos arrojados por dos estudios amplios realizados en la Universidad de Harvard reveló que los refrescos diet elevaron el riesgo de diabetes en mujeres pero no en hombres. Cada porción diaria subió el riesgo en un 6 % .
La asociación de los refrescos dietéticos con la obesidad y los kilos de más
La principal razón por la cual las personas comienzan a beber refrescos dietéticos es para recortar calorías y perder peso. Pero, desafortunadamente, no parece funcionar.
En una investigación focalizada en 3.682 individuos, el consumo de bebidas dietéticas se asoció con el doble de riesgo de convertirse en obeso . Otros estudios también mostraron la misma asociación entre endulzantes artificiales y ganancia de peso.
Hay otro estudio, sin embargo, donde 318 individuos fueron divididos en tres grupos: uno de control, otro que reemplazó bebidas azucaradas por agua y otro que las reemplazó por refrescos dietéticos.
Al finalizar la investigación, que duró seis meses, no hubo grandes diferencias entre los tres grupos. Las bebidas dietéticas no empeoraron las cosas, pero tampoco las mejoraron. Lo mismo sucedió con el agua.
Es importante también apuntar que en muchos estudios a corto plazo, los endulzantes artificiales elevaron el apetito y el consumo de alimentos en comparación con el azúcar. Pero otros estudios mostraron el efecto inverso, y también ninguna diferencia.
Para tener en cuenta
Muchos de los estudios citados son los usualmente denominados “estudios epidemiológicos”, que no pueden probar a las bebidas dietéticas como causa de los efectos descritos. Sólo muestran una asociación entre ambos factores. Los posibles daños causados por los refrescos dietéticos no han sido probados aún en estudios controlados, pero está claro que hay una asociación estadística entre estas bebidas y ciertas enfermedades. Una explicación posible es que las personas que ya están ganando peso tienen mayores probabilidades de empezar a beber refrescos dietéticos. No hay ninguna necesidad fisiológica de incluir estas bebidas en la dieta, aunque obviamente muchas personas las disfrutan.