Una supuesta “broma” entre estudiantes del Liceo Bicentenario Carmela Carvajal de Prat terminó con una grave agresión a un adolescente de 15 años, que finalmente sufrió la amputación de un testículo, como consecuencia de los golpes recibidos.
De acuerdo a los antecedentes que recoge el Ministerio Público, el joven fue víctima de una agresión originada en un supuesto “juego”, conocido como “lima” entre los escolares, recibiendo fuertes golpes entre las burlas de sus pares.
Al llegar a su hogar, el estudiante avisó a sus padres de los fuertes dolores que le aquejaban, que a ratos se hacían insoportables. De inmediato fue llevado a un centro asistencial, donde el médico de turno determinó que debía ser sometido a una intervención quirúrgica, para extirparle una de sus gónadas, comprometida por la brutalidad de los golpes.
La denuncia llegó al Ministerio Público de Osorno, donde la fiscal jefe, María Angélica de Miguel, explicó a Radio Bío Bío que la victima deberá ser periciada por el Servició Médico Legal, mientras buscan a los autores de la golpiza, quienes ya estarían identificados y sólo restaría determinar la participación exacta de cada uno.
Consulta por el delito que podría configurarse por estos hechos, la persecutora explicó que están evaluando los antecedentes, dado que podría tratarse de lesiones graves, inclusive lesiones graves gravísimas, cargo que tiene una penalidad mayor.
El jefe de la Dirección de Educación Municipal, Jorge Raddatz, desestimó referirse sobre el tema, señalando que la situación que aqueja al alumno es muy delicada, considerando el aspecto emocional que enfrenta.
Por ello, se limitó a reflexionar que actualmente los jóvenes están sometidos a una serie de presiones que les llevan a buscar vías de escape, las que muchas veces son las menos apropiadas, por lo que a su juicio se debe evaluar el proyecto educativo.
Por lo anterior, -dijo el director del DEM- debieran reforzarse áreas como la convivencia escolar, los valores y los principios, pues se está viendo que los colegios, por tener buenos indicadores, están descuidando aspectos fundamentales en la formación de los jóvenes, llegando a consecuencias como agresiones y peleas.