El juez que investiga el caso Anfruns confirmó el resultado del peritaje que indica que el niño estuvo cinco días vivo en el lugar donde se encontró su cadáver, después de 11 días. La defensa de Paola Papi, la madre de la víctima, calificó como “descabellada” la tesis.
El ministro en visita Manuel Valderrama reconoció que el último informe forense sobre la muerte del pequeño de seis años de edad, registrada en junio de 1979, ratifica la presunción oficial.
Rodrigo Anfruns Papi desapareció el 3 de junio de 1979 desde el patio del hogar de sus abuelos, siendo encontrado 11 días después su cuerpo sin vida a un costado de esta vivienda.
El magistrado informó que las conclusiones de la toxicóloga, Laura Borgel, descartan torturas y confirman pudo haber permanecido inconsciente y agónico por al menos cinco días en el lugar.
Esto avala la decisión judicial de la época, de la confesión del crimen un menor de edad, Patricio Pincheira, quien describió que lo asfixió y que dejó el cuerpo entre unos matorrales.
Respecto a la explicación del fracaso de los perros adiestrados que rastrearon esa zona sin resultados, el ministro explicó que en el mismo peritaje se describe que los caninos en la época no estaban bien amaestrados.
El abogado de la madre del niño asesinado, Roberto Celedón, se manifestó molesto con estas conclusiones y le restó todo valor.
Este peritaje de la profesional desacredita el informe de la Universidad de Chile que concluye que el menor fue torturado antes de morir.
También contradice la versión del teniente de carabineros retirado, Jorge Rodríguez Márquez, quien asegura que el niño fue secuestrado por personal de la CNI que dejó su cuerpo sin vida en el sitio eriazo al costado de la casa de sus abuelos en la comuna de Providencia.
Esta versión motivó que la madre, Paola Papi, presentará una querella por secuestro, torturas y homicidio calificado lo que permitió reabrir el caso, exhumar los restos de la víctima y para realizar nuevos peritajes.
Celedón dice que nadie le pidió la pericia con los perros y que la conclusión sobre que en 1979 no había perros adiestrados, es falso.