El aumento de los niveles de automedicación de la población chilena preocupan a los especialistas del área de la salud. Esto, debido a que las personas adquieren en las farmacias remedios a bajo costo para tratar dolencias físicas sin acudir al médico, pero desconocen los efectos adversos que su uso puede provocar en su organismo.
Según datos entregados por el Instituto Toxicológico de la Universidad Católica de Chile, un 55% de las intoxicaciones que registra esta institución son provocadas por la ingesta de medicamentos. Es decir, por más que parezcan inofensivos, éstos inclusos pueden agravar las patologías que se tratan o provocar efectos mortales.
Por lo tanto, distintos médicos chilenos -que trabajan en el sistema público de salud y ven a diario como los pacientes hacen uso irresponsable de ciertos remedios- dieron a conocer los daños que medicamentos comunes pueden traer a las personas.
1. Diuréticos:Para muchas personas los diuréticos son sinónimo de bajar de peso. Por lo tanto, los ingieren sin supervisión médica incluso por períodos prolongados con el objetivo de perder unos kilos. Sin embargo, estas sustancias son usadas por los médicos para reducir la hipertensión arterial crónica, para tratar problemas cardíacos y en aquellas situaciones en que es necesaria una mayor eliminación de líquidos como: edemas y accidentes vasculares, entre otros.
El uso no controlado de los diuréticos puede traer graves problemas a la salud de las personas. En este sentido, el médico Ramón Jara Vega, neurólogo del Hospital de Linares, explicó que su consumo reiterado puede provocar una disminución en los índices normales de Potasio en el cuerpo. Lo anterior, puede provocar trastornos como parálisis cardíacas; fallas renales (debido a la pérdida de agua en el riñón); e incluso daños neurológicos, como son las parálisis en las extremidades.
2. Pseudoefedrina: Esta sustancia está presente en la mayoría de los medicamentos antigripales que se venden sin receta médica en las farmacias chilenas. Pero, la mayoría de sus compradores desconoce que la venta de este remedio se suspendió en varios países, debido a los efectos secundarios que dañan la salud de las personas.
Estimulación del sistema nervioso central, insomnio, elevación de la presión arterial y taquicardia, son sólo algunos de los efectos que el uso de esta sustancia puede causar en el organismo. Lo anterior, fue explicado por el médico cirujano de la Universidad de Concepción, Luis Jorge Cartes.
Ante esto, la Agencia de Medicamentos y Alimentos de EEUU (o FDA en sus siglas en inglés) prohibió su uso en menores deseis años. También recomendó esta restricción para los pacientes diabéticos (porque eleva los niveles de azúcar en la sangre), las personas hipertensas, los enfermos al corazón y los hipertiroideos.
Esta institución fue principalmente enfática en negar su uso a los menores de dos años porque los beneficios de estos productos (aliviar los síntomas de la gripe) no justifican los riesgos potenciales que pueden traer a la vida de los infantes.
Además, los medicamentos que poseen pseudoefedrina fueron retirados del mercado mexicano y colombiano. En Argentina su venta sólo está permitida con receta médica.
3. Ergotamina: Este compuesto está presente en medicamentos como el Migranol, Cefalmin, Migratan, que son usados comúnmente para aliviar los dolores de cabeza. Incluso, hay personas que llegan a ingerir más de dos pastillas al día cuando sienten que el dolor es muy intenso, según relató el médico del Centro de Salud Familiar de Cabrero, Luis Jorge Cartes.
En este sentido, el profesional explicó que este tipo de medicamentos tienen indicaciones precisas para cuadros de migraña o jaquecas (un tipo particular de dolor de cabeza). Además los pacientes desconocen que tras suspender sus usos puede venir el efecto “dolor de cabeza de rebote” que puede llegar a ser más intenso que el inicial, lo que los obliga a ingerir más pastillas.
El uso en exceso puede provocar una estrechez irreversible de los vasos sanguíneos más pequeños y provocar un infarto cerebral o cardíaco.
Cartes enfatizó que los pacientes hipertensos o que tienen historia de accidentes vasculares o cardíacos no los deben ocupar por ningún motivo.
4. Antiflamatorios (Ibuprofeno, Diclofenaco, Ketuprofeno)
Estos medicamentos son frecuentemente usados para aliviar los dolores de cabeza y musculares, entre otros. También se venden sin receta médica y son altamente consumidos por la población chilena para tratar sus dolencias.
Los antiflamatorios provocan un efecto similar al del “cefalmin” cuando son ingeridos por periodos prolongados y sin supervisión médica. Es decir, el denominado “efecto de cabeza rebote” que aparece cuando su uso se suspende abruptamente por el paciente, luego de ser ingerido en forma diaria.
Uno de los daños más serios que este medicamento provoca en el cuerpo, son las fallas renales. Esto, porque sus componentes disminuyen el flujo de sangre que llega a los riñones y bloquean los mecanismos naturales que tienen los órganos para adaptarse a éstos, según explicó la médico cirujano de la Universidad de Concepción, Paula Vergara.
Otro de los efectos adversos, es que su ingesta indiscriminada puede provocar úlceras gástricas, y/o gastritis medicamentosa (inflamación del estómago).
Respecto a lo anterior, la profesional explicó que este riesgo es mucho mayor en los pacientes que son obesos o diabéticos. Por lo tanto, es una situación preocupante si consideramos que un 22% de la población adulta es obesa en Chile, según datos proporcionados por la Clínica Las Condes.
Además, Paula Vergara precisó que el consumo de esta sustancia durante el embarazo puede provocar malformaciones en el feto. Por lo tanto, las futuras madres tienen prohibido ingerirlo.
En este sentido, respecto a los preocupantes índices de automedicación que existen en Chile, el médico Luis Jorge Cartes responsabilizó en parte el rol que cumplen las farmacias en esta materia. Enfatizó que las tentadoras ofertas de estos productos incluso son promovidos irresponsablemente por el personal que trabaja en éstas, ante dolencias que perfectamente pueden aliviarse solas o no requieren de una medicación excesiva. Además, ni siquiera se informan los daños que su uso reiterado provoca en el organismo.