El líder del Tour de Francia ciclista, el británico Chris Froome, se desmarcó este lunes de Lance Armstrong al considerar que el estadounidense hizo trampa, pero él no, el día después de su brillante victoria en la mítica etapa del Mont Ventoux con ascenso récord.
“Lance hizo trampa, yo no hago trampa. Punto final”, declaró este lunes Froome, para desmentir las sospechas de dopaje tras su impresionante triunfo del domingo que consolidó su liderato en la ronda gala a más de cuatro minutos frente al segundo.
Armstrong ganó siete veces el Tour, pero luego se le retiraron los títulos por cuestiones de dopaje.
Tras su llegada a meta en la decimoquinta etapa el domingo, un medio de prensa noruego le apuntó a Froome que las comparaciones con Lance Armstrong florecían y el hombre del equipo Sky respondió que tomaba “eso como un cumplido”.
Interrogado sobre el tema en conferencia de prensa este lunes, día de descanso para el pelotón de la Grande Boucle, Froome respondió: “Jamás dije que me sentía honrado, dije que tomaba eso como un cumplido porque él ganó estas carreras. Una vez que eso está dicho, compararme con Lance… Lance hizo trampa, yo no hago trampa. Punto final”.
“Me parece triste estar sentado el día después de la victoria más grande de mi carrera y que hablemos de dopaje. Mis compañeros de equipo y yo mismo pasamos semanas lejos de nuestras casas, para entrenarnos, de matarnos en el trabajo… Y me acusan de ser un tramposo y un mentiroso, eso no está bien, no tiene buena onda”, agregó más tarde el británico en sus conclusiones de la conferencia de prensa.
“Sé en lo más profundo de mi ser que me entrené extremadamente duro para llegar a donde estoy. Sé que todos mis resultados son fruto de determinación, eso ha sido una verdadera batalla para llegar donde estoy”, explicó.
“Tengo el apoyo de un equipo fantástico. Es todo el conjunto de cosas (que dan el resultado). La gente puede hablar de otra coas, yo no puedo, no sé nada de esas cosas. Sé lo que hago yo y estoy orgulloso de ello”, había asegurado poco antes.
Tras su triunfo en la cumbre del Mont Ventoux en tiempo récord de ascenso para la historia del Tour de los 20,8 km empinadísimos, Chris Froome cuenta con 4 minutos y 14 segundos de ventaja sobre el holandés Bauke Mollema, segundo, y 4:25 sobre el español Alberto Contador, dos veces ganador de la ronda gala y pretendiente a una tercera en París, aunque sus chances se han minado tras la exhibición del británico el domingo.
“Queremos conservar el maillot amarillo y vamos a correr para defenderlo”, aseguró Froome, precisando que no tenía planeado hacer el ‘Grand Slam’ de las cumbres, tras vencer en Ax-3 Domaines y Ventoux, y a la espera del Alpe d’Huez y Semnoz en los Alpes, en este centenario Tour. “El maillot amarillo está primero que todo”, confirmó.
“Estoy ciento por ciento limpio”, subrayó el británico, agregando que sus títulos no van a ponerse en duda en el futuro, como ocurrió con Armstrong.
En la pasada edición, Froome terminó segundo en París, detrás de su compañero de equipo Sky Bradley Wiggins, ausente este año por una lesión y mal estado de forma por una enfermedad.
Wiggins fue el primer británico en ganar la ronda gala. Y Froome, nacido en Kenia y luego mudado a Sudáfrica en edad adolescente, quiere sucederlo en el palmarés “con mucho orgullo de correr para Gran Bretaña”, dado que consiguió esa nacionalidad por su padre y abuelo. Desde 2008 pedalea con esos colores. “Me siento ciento por ciento británico”, destacó.
Froome y el pelotón vuelven a subirse a la bicicleta el martes, cuando encaren la decimosexta etapa, con largada en Vaison-La-Romaine y llegada en Gap.