Este miércoles la comunidad de la Usach dio el último adiós a su fiel vigilante, un compañero de ramos, un amigo y un buen destino para los restos de comida. Más de 15 años de historia de la casa de estudio fueron protagonizados por Blacky, un perrito de múltiples razas que se adueñó del patio del Departamento de Ingeniería Informática.
Infaltable en los carretes, tomas o dondequiera que se necesitara su compañía, la insigne mascota no esquivaba las muestras de afecto de los universitarios que se encargaron de convertirlo en una de las leyendas imborrables de la universidad. Mismo afecto que no mostraba a las palomas que osaban asomarse por sus terrenos, las que debían reaccionar rápidamente al ver cómo se acercaba raudo para corretearlas.
Su larga vida le pasó la cuenta a Blacky, quien a duras penas lograba moverse debido a los dolores que lo afectaban. La decisión fue dura para quienes compartieron más con él, especialmente para “Feñita”, portero de informática que se encargó de cuidarlo desde el inicio.
Un grupo de académicos, alumnos y funcionarios de la Usach fueron los encargados de despedirlo en ese patio que lo vio crecer, lo vio corretear palomas y, sobre todo, lo grabará para siempre en la memoria de quienes tuvieron la dicha de compartir con él en el rebautizado “Patio del Blacky”.