Hoy pareciera que tuviéramos un gran hermano. Uno que se cree guardián, que quiere decidir por nosotros y que quiere establecer lo que es bueno y lo que es malo. Y Edward Snowden, un ciudadano estadounidense de 29 años que en este momento sabemos que está desaparecido, nos develó durante la semana pasada quién es ese familiar.
Recordemos que Edward reveló a los medios norteamericanos todo lo que ocurre con el espionaje que realiza el Gobierno de ese país a sus ciudadanos y se vio obligado a pedir asilo en “cualquier país que crean en la libertad de expresión”, según explicó. Y es que el programa PRISM, permite a la entidad gubernamental ingresar a cuentas de los ciudadanos gracias a la colaboración de las empresas informáticas.
El cuestionado Snowden, que indicó que todo lo que dijo fue “para tener su mente limpia”, adelantó además que en el país que gobierna Obama se construyen unas instalaciones que almacenarán todo el tráfico de Internet mundial de los últimos 5 años. Es decir, tendrán todos los datos almacenados. ¿Cuáles? El suyo, el mío, el que ellos quieran… el gran hermano ya está entre nosotros y todos seremos víctimas.
A continuación revisa el comentario completo de Tomás Mosciatti.