La controversia por el presunto sobrediagnóstico del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), sigue dando que hablar luego de que varios medios difundieran una supuesta entrevista al psiquiatra Leon Eisenberg, considerado el “padre científico del TDAH”, quien habría afirmado 7 meses antes de su muerte que este mal es un “excelente ejemplo de una enfermedad ficticia”.
Según informó NBC Latino, hace un año, Eisenberg fue citado en la última entrevista antes de su muerte, expresando la frase señalada. El comentario, que habría sido publicado en el semanario alemán Der Spiegel en 2012, ha causado un gran revuelo entre la comunidad médica y los padres en general, debido a que en la actualidad muchos niños son medicados para tratar este trastorno, en medio de las múltiples críticas hacia los efectos a corto y largo plazo de los fármacos utilizados.
El problema radica principalmente en que el diagnóstico del TDAH es subjetivo, pues no existe una prueba definitiva. Los médicos se basan en el testimonio de los padres y profesores, verificando si se ajustan a determinados criterios que pueden en algunos casos ser simplemente el resultado de un menor desarrollo del control de los impulsos, falta de auto-disciplina, trastornos del sueño, entre otros factores, señala NBC.
De hecho, investigadores de la Universidad británica de Columbia concluyeron que los niños más pequeños frecuentemente son mal diagnosticados con TDAH, cuando en realidad sus comportamientos más activos responden a que simplemente se encuentran en una etapa de desarrollo diferente al de sus compañeros un poco más grandes. Es más, los expertos señalaron que alrededor del 30% de los niños y 70% de las niñas que eran las más jóvenes de su clase eran propensos a ser diagnosticados con TDAH.
Asimismo, los niños con trastornos del sueño, también pueden ser mal diagnosticados de trastorno de hiperactividad y déficit de atención. Kevin Smith, psicóloga pediátrica de Children’s Mercy Hospitals, publicó un estudio el año pasado que reveló que los niños que sufren de “trastornos respiratorios del sueño, incluyendo ronquidos, respiración por la boca, y la apnea, donde el niño parece dejar de respirar durante varios segundos a la vez, tenían una mayor incidencia de problemas emocionales y de comportamiento, tales como hiperactividad, agresividad, depresión y ansiedad”.
Algunos médicos están preocupados por los errores de diagnóstico del TDAH debido al futuro impacto de los tratamientos en la salud a largo plazo de los niños, pues algunos estudios dan luces de graves consecuencias como la posible tendencia a la depresión y al suicidio entre otros.