Lo ocurrido con el ex candidato presidencial de la Unión Demócrata Independiente, Laurence Golborne, es una muestra más del gran nivel de desprolijidad con el que convivimos día a día. Es una prueba más de que en nuestro país los errores, para algunos, dan lo mismo. ¿Cómo no va a ser una desprolijidad que la UDI cuando elige un candidato presidencial, que además no es de sus filas, no le pregunte si es que tiene algún problema judicial o por su patrimonio? Una situación increíble, considerando que cualquier persona cuando va a pedir trabajo recibe todo tipo de interrogantes. Pero acá no, da lo mismo.
Pero también cómo puede ser que se redacte una acusación constitucional y que nadie se de cuenta de los errores en la parte acusatoria. Ni abogados, ni parlamentarios, nadie. O en otro ejemplo similar, ¿Cómo es posible que la jueza Verónica Sabag condenara a 5 años de cárcel a una persona y resulta que la sentencia también la había copiado?
En cuanto al INE la situación es similar. Prometieron que harían el mejor Censo de toda la historia, pero aún no se sabe el número exacto de chilenos. Y como no sabemos cuántos somos, no sabemos cuánto es el ingreso per cápita y como no sabemos cuánto es el ingreso percapita, los economistas no pueden saber cuándo podremos llegar al desarrollo.
Revisa el comentario de Tomás Mosciatti.