El periodista de espectáculos Andrés Caniulef, que trabaja de panelista para el matinal “Bienvenidos” de Canal 13, dio a conocer su malestar por la última rutina – a su parecer homofóbica y racista- de Yerko Puchento en el programa “Vértigo”.
A raíz de esto, el profesional manifestó “Me pregunto si para alguien resulta divertido burlarse así de un grupo -sobretodo en un momento como el que vivimos- y más aún cuando su ‘protagonista’ ni siquiera está presente como invitado”.
De esta forma, Caniulef decidió enviar una carta al diario El Mercurio para expresar su molestia por la rutina del personaje de Daniel Alcaíno, sin previo aviso al canal para el que trabaja.
A continuación te dejamos la carta:
Señor Director:
De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, racismo se define como la exacerbación del sentido racial de un grupo étnico. Si alguien no vio la última edición del programa “Vértigo”, les cuento que eso fue precisamente lo que sucedió. Un lamentable y vergonzoso episodio de racismo y también de homofobia disfrazado de humor, todo esto enmarcado en la rutina presentada por el personaje “Yerko Puchento”.
Si bien fui yo el afectado con esa rutina, no escribo esta carta con el fin de defender mi nombre o mi prestigio, que están fuera de cuestionamiento, sino que me siento en la obligación de hacer ver la gravedad de este hecho.
En mis 12 años de trabajo en Canal 13, mi esfuerzo personal ha estado enfocado en mi desarrollo profesional, pero también he tomado como propia la tarea de ejemplificar, con orgullo y de la mejor forma posible, el valor de mi apellido y su descendencia.
No es exagerado decir que la sociedad chilena, por años y en su mayoría, ha mirado con desdén al pueblo mapuche, etnia originaria de nuestro país y cuya genética está presente en el 99% de quienes están leyendo mis palabras.
Hablamos de una cultura milenaria, subvalorada y ahora denostada por un personaje televisivo que, se supone, no tiene otro afán que entretener y hacer reír. Me pregunto si para alguien resulta divertido burlarse así de un grupo -sobre todo en un momento como el que vivimos- y más aún cuando su “protagonista” ni siquiera está presente como invitado. En vez de tratarse de una actuación hilarante, yo simplemente la calificaría de denigrante.
Pero eso no es todo. Ni siquiera esa arista fue suficiente. El libreto del último capítulo de “Yerko Puchento” sumó un texto virulento de una homofobia evidente y donde también fui yo el aludido. La Ley Zamudio permite hoy que actos denigrantes hacia las personas homosexuales, lesbianas y transexuales tengan castigo, pero son (somos) los medios de comunicación, y quienes trabajamos en ellos, quienes debemos dar el ejemplo correcto y no el equivocado como ocurrió en “Vértigo”.
Espero que mis palabras se entiendan y sean recibidas con la misma altura de miras con la que escribo. Mi trabajo es el de comunicador social y mi compromiso es con la gente, con ustedes y con quienes se sintieron, como yo, violentados con una aberrante muestra de racismo y homofobia.
Por ahora el periodista se encuentra de vacaciones en Estados Unidos, y a su regreso conversaría con el canal sobre la carta enviada a este medio, según informó La Cuarta.