Un hombre oriundo de Carolina del Norte (Estados Unidos) se declaró culpable del asesinato de un niño de 4 años, llamado Jadon Higganbothan.
El sujeto identificado como Peter Lucas Moses (27), quien sería el líder de una secta religiosa radical, confesó que mató al pequeño porque creía que era homosexual.
Según The Huffington Post, los fiscales tendrían planeado solicitar la pena de muerte para el homicida.
De acuerdo a la prensa estadounidense, Moses vivía junto a 3 “esposas” y 9 niños en una casa de un solo dormitorio en la ciudad de Durham. De los 9 menores, sólo uno no era su hijo biológico: Jadon, el pequeño al que asesinó.
Al parecer, el hombre pensaba que el menor podía ser gay porque su padre había dejado a su madre.
Cabe destacar que el cuerpo del niño, liquidado con un disparo en la cabeza, fue encontrado envuelto en bolsas de plástico en una especie de tumba poco profunda en el patio de la casa de la madre de Moses y en parcial estado de descomposición.
La confesión del acusado habría sido sorpresiva según los medios norteamericanos y habría sido motivada por la necesidad de reducir la condena a dos cadenas perpetuas en lugar de la pena de muerte.
“Se declaró culpable de dos cargos de asesinato en primer grado y accedió a testificar en contra sus co-acusados si se le llama a declarar”, dijo el fiscal del distrito, León Stanback.
Se ha precisado que el culto que lideraba el homicida se llamaba “Hebreos Negros”, cuyos miembros creen que han descendido de las antiguas tribus de Israel.
El homicida se encuentra detenido en la cárcel, sin derecho a fianza, mientras sus hermanos Harris y Sheila están acusados como cómplices, al igual que dos de sus esposas.