El gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, anunció la noche del lunes que pedirá al Ministerio de Defensa la presencia de unos 2.000 militares en el estado hasta 2011, para garantizar sus planes de seguridad tras la invasión de un bastión del narcotráfico el domingo.
Luego de una reunión en Brasilia con la presidenta electa Dilma Rousseff, Cabral indicó a la prensa que solicitará el apoyo militar para patrullar y pacificar el grupo de favelas del Complexo do Alemao (Complejo del Alemán, norte), invadido el domingo con el envío “entorno a los dos mil hombres”.
La idea es que los militares apoyen la instalación de una de las denominadas Unidades de Pacificación Policial (UPP), ya instaladas en otras 13 favelas.
“Las fuerzas (enviadas por el gobierno federal) hacen hoy el trabajo de contención, que es muy grande. Otra cosa es trabajo de patrullaje. Debido a los efectivos que necesitamos para ello, vamos a precisar en ese proceso de transición hasta la llegada de nuestra UPP, al final del primer semestre, un contingente del Ministerio de Defensa”, dijo.
El gobierno federal envió la semana pasada 800 militares, 10 blindados y dos helicópteros además de 300 hombres de la Policía Federal para apoyar a Cabral con la invasión del populoso Complexo do Alemao.
En la operación que reconquistó el Alemao, bastión del mayor grupo de narcotráfico de Rio y uno de los más pertrechados, se utilizó un contingente de 2.600 hombres incluyendo policías de elite, apoyados por militares con blindados y helicópteros.
La ola de violencia registrada en la última semana con atentados criminales y choques contra narcos dejó al menos 37 muertos, un total de 130 detenidos y 102 vehículos incendiados.