Más de dos décadas después de inaugurar las polémicas cirugías de cambio de sexo en Cuba, Mavi Susel alborota ahora a homófobos y machistas de la isla con un documental donde se cuentan por primera vez las frustraciones y discriminaciones que padece un transexual.
El estreno de “En el cuerpo equivocado” la noche del miércoles en la céntrica sala Chaplin de La Habana, fue interrumpido varias veces por aplausos que premiaron la “valentía” de Mavi, una gruesa mujer de 49 años en la que aún se aprecian rasgos masculinos, y de su directora, Marylin Solaya, que eligió contar la polémica historia en toda su crudeza.
El documental, que comenzó a exhibirse este jueves y recorrerá toda la isla, “busca sensibilizar, que las personas comprendan que esos seres humanos tienen un corazoncito que hay que respetar”, declaró a la AFP la realizadora.
Solaya inició su carrera como actriz en “Fresa y Chocolate” (1993), la primera película en abordar en Cuba la homosexualidad, un tema tabú hasta entonces, que no regresó al centro de un guión cinematográfico hasta ahora.
Vencer prejuicios y encontrar el apoyo necesario, fue una tarea de ochos años para Solaya y Susel. El Instituto de Cine aprobó el proyecto y una institución iberoamericana aportó el financiamiento.
Las reticencias partían de todas partes, desde las estructuras oficiales, la Iglesia Católica y hasta de la gente común.
“Yo luché por todo esto, no sólo para ser un ama de casa, tenía ilusiones, decía voy a tener mi matrimonio, mi casa, pero además voy a ser útil a la sociedad, me voy a realizar, y no pudo ser así”, sostiene Mavi, quien no obstante asegura haber vivido “momentos felices, sobre todo el de poder ser quien yo soy”.
En el crudo testimonio fílmico, de 52 minutos, la protagonista evoca las angustias e incomprensiones que vivió desde su infancia: burlas y maltratos en la escuela y en la calle, un padre que la despreció e intentó expulsar de la casa, abusos sexuales y múltiples intentos de suicidio.
En tono sereno, cuenta el “trabajo y el miedo” que le costó explicarle a su pareja actual, con la que se casó en 1991 -tres años después de la cirugía- su historia.
“Él me dijo: yo conocí una mujer, tú eres una mujer, y aquello fue un alivio para mí”, evoca con una sonrisa.
También narra los sinsabores de su vida actual, marcada por la “intolerancia” de la sociedad: “Creo que hubiera hecho mi vida de otra forma” y “me hubiese gustado ser enfermera”, explicó.
Su cirugía, el 22 de mayo de 1988, desató una fuerte polémica en la isla, que interrumpió de inmediato esas operaciones, sólo reanudadas en 2008, tras una paciente y persuasiva labor del Centro Nacional de Educación Sexual, que dirige la sexóloga Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro.
Desde entonces se practicó una decena entre 30 transexuales que optan por la cirugías de reasignación sexual, según Mariela Castro.
Presente en la premier, Mavi explicó a la AFP que fue la necesidad de que “las personas sepan amarnos como al resto de la sociedad”, lo que la impulsó a hacer pública su vida, 22 años después una cirugía que la “definió” como mujer, “porque ya lo era”, pues “nunca me sentí varón”.
“Hay que ayudar a muchas personas que están en la misma situación, no podemos dejarlas seguir sufriendo”, sostiene Mavi, quien junto a Solaya y otros defensores de la diversidad sexual, esperan el efecto del tortuoso recorrido de “En el cuerpo equivocado” por toda Cuba.