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Cuando en 2004 se estrenó la película ‘Garfield’ en todo el mundo, para muchos resultó un enigma que el veterano actor de Hollywood, Bill Murray -el mismo de ‘El día de la marmota’, ‘Los cazafantasmas’, ‘Ed Wood’ o ‘Perdidos en Tokio’- aceptara un papel tan frívolo como dar vida al gato anaranjado devorador de lasañas.
Bill Murray | Wikipedia
Y el misterio se mantuvo por 6 años hasta que una entrevista de la publicación GQ, recogida por Movie Talk, develó la verdadera razón que llevó al elusivo actor a doblar al personaje infantil: un sorprendente error de lectura.
Según explica el artículo, Murray siempre quiso participar en una película de los hermanos Coen, artífices de sofisticadas comedias de humor negro como ‘Fargo’ o ‘El gran Lebowski’.
“Miré el guión de ‘Garfield’ y decía ‘esto, esto, lo otro… y Joel Coen’. Entonces pensé, ¡hey, adoro a los hermanos Coen!, son muy divertidos. Así que le di un vistazo a un par de páginas y pensé ‘por supuesto que quiero hacer esto’”, relata el actor.
Sin embargo Murray no se percató de que el guionista de ‘Garfield’ no era el Joel Coen de los hermanos Coen, sino Joel Cohen -con una ‘h’ intermedia- quien sólo había intervenido en cintas de corte… digamos, familiar, como ‘Más barato por docena’ o ‘El dinero es lo primero’.
“Entonces un día me senté a ver qué tal marchaba el asunto y no podía dejar de repetirme ‘¿Pero quién demonios está editando esta cosa? ¿Quién fue capaz de hacer esto? ¿En qué estaba pensado Coen?’ Y recién entonces me lo explicaron: no la había escrito ESE Joel Coen”.
Increíble como suena, el actor de 59 años tiene una historia aún mejor para explicar el por qué -habiendo admitido en público que participar en ‘Garfield’ fue uno de los grandes errores de su vida- curiosamente aceptó volver a personificarlo en ‘Garfield 2′.
Jennifer Love Hewitt | Wikipedia
¿La razón? Las curvas de Jennifer Love Hewitt… pese a que Murray ni siquiera puede recordar su nombre.
“Al menos tenían a la… ¿cómo era su nombre? La lectora de mentes, la chica linda, la chica realmente curvilínea, la del cuerpo en un millón. ¿Cómo es que se llama? Ayúdenme, ustedes saben a quién me refiero…”, aseguró antes de que se lo recordaran.
“Bueno, al menos la tenían a ella en unas ropas muy atractivas. Definitivamente lo mejor de la película”, concluye el, sin duda, tan extravagante como genial artista.
