El dirigente norcoreano Kim Jong-Il declaró a su homólogo chino, Hu Jintao, durante su encuentro esta semana en Pekín que las relaciones entre los dos países no se verían modificadas “por el reemplazo de una generación por otra”, informó la agencia oficial KCNA.
“La larga amistad entre la República Democrática Popular de Corea y China no cambiará a pesar del paso del tiempo y del reemplazo de una generación por otra que resistió a las tormentas y los desafíos de la historia”, agregó Kim Jong-Il según la agencia.
Por su parte, Hu Jintao dijo que la tradicional amistad era una ventaja para los dos países, ambos con una responsabilidad histórica en mantenerla y mejorarla “con el paso del tiempo y transmitirla de generación en generación”, según la agencia.
Las declaraciones que hizo Kim Jong-Il durante su reciente visita a China, según KCNA, se producen en momentos en que los rumores afirman que el número uno norcoreano prepara a su tercer hijo Jong-Un para su sucesión al cargo que él mismo heredó de su padre, Kim Il-Sung.
El viernes, la televisión central china difundió imágenes de un Kim, de 68 años, envejecido y enflaquecido. En 2008 el líder norcoreano habría sufrido un ataque.