¿Cuál es la importancia de contar con un feriado que conmemore el día los pueblos originarios?
El 24 de junio es un nuevo feriado nacional, declarado como el Día Nacional de los Pueblos Originarios.
A partir de este reconocimiento, se empieza a visibilizar con mayor fuerza tanto en los medios de comunicación, como en las redes sociales, así como en nuestra dinámica de conversaciones familiares cotidianas, la cultura vinculada a nuestros pueblos ancestrales.
Es sin duda, una señal histórica que se vincula indudablemente, con los cambios que estamos experimentando como país, en pocos días más empezará el proceso de escritura de una nueva constitución y de las personas elegidas, 17 constituyentes son mujeres y hombres de pueblos originarios representantes de: Mapuches, Aimaras, Changos, Rapa Nui, Atacameños, Diaguitas, Quechuas, Colla, Kawashkar, Yaganes.
Uno de los temas que se pretende instalar dentro de la nueva constitución es el reconocimiento de un Estado Plurinacional, que supere el pensamiento lineal de una única cultura (la dominante) dando paso al reconocimiento de la existencia de varias culturas habitando en el mismo territorio, varias naciones conviviendo bajo la administración de un mismo Estado.
Lo anterior, implica un significativo avance en elevar el estatus político de los pueblos indígenas (en la actual constitución ni siquiera son mencionados). De esta forma, estaríamos reconociendo los derechos establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los pueblos indígenas, es decir, algo tan esencial como que gocen de la autonomía y libre determinación en su estilo de vida.
Una de las mayores riquezas de una sociedad está en el conocimiento y defensa de sus culturas milenarias, vinculandose con respeto y sana convivencia entre las diferentes culturas que habitan un territorio.
Valoremos la diversidad, promovamos la interculturalidad, aprendamos a convivir sin imponer, aprendamos a relacionarnos en base al reconocimiento de que somos parte de una misma especie, y que nuestras diferencias son un valor que nos permite aprender, mejorar, entender que una sociedad feliz es aquella que se valora y respeta, garantizando los derechos humanos para todos/as sus habitantes.