Francisco Encina, el hombre tras la organización de la Convención: "A mi nadie me ha regalado nada"
Francisco Encina Morales tiene 35 años pero sus cercanos lo describen como un “viejo chico”. Por estos días ha saltado a la palestra en su condición de secretario ejecutivo de la Convención Constitucional. Puesto que asegura no buscó pero que entendió que el rol que debía cumplir era de Estado puesto que no tiene relación con la política activa sino más bien ayudar en la administración y orgánica del funcionamiento del proceso que se inicia el 4 de julio.
Encina, que reconoce haberse formado en base al rigor, en gran parte por las tragedias personales y familiares que le han tocado, se defiende de las críticas a su gestión e indica que si bien le duelen entiende que existe un nivel de desconocimiento sobre su rol. Puntos que ahonda en la entrevista que concedió a Radio Bío Bío.
Tardó varias semanas en poder abrir un espacio en su agenda para recibir a Radio Bio Bio, esto pese a que parte su jornada de trabajo pasadas las 07:00 horas por la mañana y se extiende hasta las 22:00 horas en la noche, o más. Francisco Encina es el hombre que está tras la planificación, coordinación y ejecución de la instalación de la histórica Convención Constitucional. “Nada político sino técnico” advierte de entrada.
Francisco Encina Morales tiene 35 años. Es el mayor de tres hermanos, tiene una hija de 8 años, nació en Santiago pero su familia es de Linares y a los 9 años, por la muerte de su padre producto de un cáncer gástrico dejó la capital y desde ese minuto, gran parte de su vida ha estado relacionada a la Región del Maule.
Dos años después -por problemas familiares y de adaptación de su madre- Francisco junto a su familia vuelve a Santiago. Pero a una vida completamente distinta a la anterior, aunque regresaron a la misma casa, ya no estaba su padre y su madre con problemas, no habían recursos para poder ir a un colegio privado como era British Royal School en La Reina -en el cual estudió por más de 4 años previamente-, esta vez era uno municipal: El Liceo Eugenio María de Hostos, Z15.
Fue en diciembre de 2003 que Francisco se graduó del Z15 y recuerda los primeros años como “duros”, fue discriminado por ser distinto a los demás. Pero, al mismo tiempo, agradece haber estudiado ahí porque conoció la verdadera realidad de Chile, donde los niños y adolescentes no pueden pagar sus estudios universitarios y para cumplir sus sueños deben trabajar años antes.
En 2004 ingresó a estudiar Ciencias Políticas a la Universidad del Desarrollo, era el nieto mayor de su familia y su abuela decidió apoyarlo y pagar sus estudios, pero para poder colaborar en la casa y sus gastos del día a día se dedicó a hacer clases de tenis a niños.
Ya con su cartón en mano comenzó su trabajo público y volvió a Linares, inició su vida laboral liderando las actividades territoriales del entonces senador por Maule y actual ministro de Justicia, Hernán Larraín. Pero en 2010, después del terremoto del 27F, fue parte de Aldeas y Campamentos, que en sus inicios fue liderado por Francisco Irarrazaval y posteriormente por Felipe Kast. Fue aquí donde nace la amistad con Kast y su militancia -años más tarde- en Evópoli.
El 2011, y con 25 años Francisco fue nombrado para estar a cargo de toda la reconstrucción de la Región del Maule, desde construir aldeas y entregar viviendas. Y fue quien lideró el primer cierre de la conocida aldea Los culenes de Lipimavida, ubicada entre Licantén y Vichuquén.
Pocos meses antes, el 19 de agosto de 2011, vivió otro momento que marcaría su vida, cuando iba camino a reunirse con el alcalde de Licantén, en la carretera a la altura de Hualañe, tuvo un grave accidente de tránsito en que un menor murió. La justicia determinó que no tuvo ninguna responsabilidad en los hechos.
Regreso a Santiago
En 2014 Francisco regresó a Santiago, llevaba un año casado y había sido padre de una niña, trabajaba en la Biblioteca del Congreso Nacional bajo el director adjunto, Felipe Vicencio, como asesor administrativo.
Y nuevamente el 2015 no fue un año fácil para Encina, a comienzos de ese año terminó su matrimonio y en abril su abuelo falleció producto de un balazo por parte de una persona cercana a la familia en Linares.
Ese evento marcó la vida de Franciso, porque además su hermano presenció el suceso y logró escapar porque la segunda bala estaba dirigida a este. Desde ese día Encina se hizo cargo de su familia, del proceso judicial, de su abuela, etc. Finalmente el homicida fue sentenciado por más de 20 años y declarado culpable por homicidio calificado y frustrado.
Secretaría Administrativa
En marzo de 2018 fue el ministro Larraín quien lo llamó para ser parte de sus asesores, pero a los dos meses, el entonces subsecretario y actual ministro Segpres, Juan José Ossa, le pidió que fuera su jefe de gabinete. Desde ese minuto acompañó a Ossa en todos sus cargos hasta que el 15 de abril de este año asumió en la Secretaría Administrativa. Puesto que si bien reconoce que le ha copado prácticamente todas las horas del día y la semana, le ha gustado por el sentido republicano e institucional que tiene. No es política sino técnica.
Desde hace un mes trabaja todos los fines de semana desde las 09:00 hasta las 22:00 horas y de lunes a viernes llega a las 07:15 al Palacio Pereira para comenzar con sus labores diarias por aproximadamente 11 horas, como reafirman los que lo conocen. No toma desayuno y almuerza, por lo general, un sándwich en la oficina. Contestar mensajes a sus amigos de siempre es una de sus deudas personales.
Francisco Encina sostiene de entrada que su trabajo siempre ha sido técnico y administrativo, no es político. Sobre su rango de acción lo limita al mandato que le entregó el Gobierno: prestar el apoyo técnico, administrativo y financiero a la Convención Constitucional.
¿Cómo definirías tu rol?
Al no tener una figura de presidente/ta y vicepresidente/ta, soy la única persona que tiene un cargo formal dentro de la Convención y es por eso creo que se han recibido muchas críticas. Hay mucho desconocimiento de la labor que nosotros estamos haciendo. También hay mucho nerviosismo, mucha incertidumbre y obviamente eso no ayuda a que uno pueda realizar una labor técnica y administrativa.
Hoy lo que tenemos que hacer es presentarle todo el apoyo administrativo, técnico y financiero a la Convención para su instalación. Y obviamente cuando exista la figura de un presidente/ta y vicepresidente/ta, mi rol va a ser entenderme con ellos y prestarles todo el apoyo administrativo para que ellos puedan desarrollar de la mejor manera su gestión.
La crítica más fuerte vino desde el mundo de los pueblos originarios por no acceder a solicitudes. ¿Podrías explicar como es el proceso para solicitar un requerimiento?
Primero, hay distintos tipos de requerimientos. Cuando se habla de asesores, en el fondo lo que es la asesoría lo tienen que definir los convencionales una vez que ellos se constituyan y después establezcan un reglamento.
Desde esa perspectiva, siendo muy respetuoso de la autonomía que tiene la Convención, hay ciertas cosas que nosotros hoy día no podemos definir y hay que entender que son 155 personas que piensan distinto y que quieren cosas distintas y mi rol es el más complejo de todo, es ver de qué manera uno hace que todos se sientan cómodos en lo que va a ser esta primera sesión de la convención constitucional.
¿Qué tipos de requerimiento sí han aceptado?
Hay algunos convencionales que tienen ciertas dudas en aspectos administrativos y he conversado con alguno de ellos de manera telefónica, con otros me he reunido a través de Zoom cuando lo han solicitado para poder conversar, conocernos y en el fondo para ver de qué manera poder solucionar algunas dificultades y en el fondo de no ser capaces de hacerlo, con quien poder averiguar, pedir ayuda, en fin.
Hemos tomado algunas iniciativas, como por ejemplo, la guía del convencional, que ya lanzamos hace una semana y que explica ciertos aspectos administrativos que debieran ser relevantes en el ejercicio de sus funciones. La estamos traduciendo en cuatro idiomas de pueblos originarios para que todos se sientan incluidos dentro de esta convención y si todo sale bien debiese estar enviada hoy a los convencionales constituyentes.
¿Cómo recibe las críticas que algunos convencionales han dado a conocer sobre su persona durante los últimos días?
En lo personal duele porque a mi nadie me ha regalado nada y salir en la prensa cuando uno no está acostumbrado -yo he sido funcionario público desde hace mucho tiempo- obviamente que afecta pero después uno se da cuenta que tiene que ver con desconocimiento por parte de actores respecto al rol que tiene la Secretaría Administrativa, la cual hoy día encabezo.
¿Qué es lo que hace la Secretaría Administrativa?
En el fondo lo que nosotros tenemos que hacer es presentarle todo el apoyo administrativo, técnico y financiero a la Convención para su instalación. Y obviamente cuando exista ya la figura de un presidente/ta y un vicepresidente/ta mi rol va a ser poder entenderme con ellos y poder prestarles todo el apoyo administrativo para que ellos puedan desarrollar de la mejor manera su gestión.
¿Hoy cómo definirías tu rol dentro de la Convención?
Hoy día al no tener una figura de presidente/ta y vicepresidente/ta en el fondo soy yo la única persona que tiene un cargo formal dentro de la Convención y es por eso creo que se han recibido muchas críticas.
Hay mucho desconocimiento de la labor que nosotros estamos haciendo. También hay mucho nerviosismo, mucha incertidumbre y obviamente eso no ayuda a que uno pueda realizar una labor técnica y administrativa.
¿Desde el lunes su función va a ser únicamente técnica y administrativa?
Mi objetivo siempre ha sido técnico y administrativo. Mi cargo no es político. A lo que yo estoy mandatado es a prestarle el apoyo técnico, administrativo y financiero de la Convención.
Desde el día lunes o desde el día domingo cuando exista la figura del presidente/ta, obviamente es ponerse a su disposición. Entender como ellos quieren funcionar, de qué manera quieren operar y obviamente yo levantarles algunos temas administrativos que encuentro que son relevantes que ellos estén en conocimiento en la calidad de sus cargos.
Por lo que más se te criticó es porque no se aceptaron requerimientos de ciertos constituyentes, ¿Podrías explicar como es el proceso para solicitar los requerimientos?
Hay distintos tipos de requerimientos, por ejemplo, cuando se habla de asesores, en el fondo lo que es la asesoría lo tienen que definir los convencionales una vez que ellos se constituyan y después establezcan un reglamento.
En este reglamento tiene que definir cuáles van a ser las asignaciones que ellos quieren disponer, por ejemplo, pasaje, alojamiento, asesorías, etc.
Desde esa perspectiva, siendo muy respetuoso de la autonomía que tiene la Convención, hay ciertas cosas que nosotros hoy día no podemos definir.
Obviamente nosotros hemos puesto, desde que los convencionales fueron ratificados por el Tricel, todo a disposición de ellos para que la primera sesión de instalación sea de la manera más correcta y más inclusiva posible para todos.
Hay que entender que son 155 personas que piensan distinto y que quieren cosas distintas y mi rol es el más complejo de todo, es ver de qué manera uno hace que todos se sientan cómodos en lo que va a ser esta primera sesión de la convención constitucional.