Mapa de asesores jurídicos de los convencionales: think tanks, columnistas y consejeros personales
Radio Bío Bío hizo un barrido a lo largo de toda la Convención buscando en quién se apoyan los constituyentes cuando tienen preguntas en los temas de corte jurídico, técnico, o simplemente cuando tienen alguna duda, considerando que no todos tienen estudios en derecho. Asoman así varios centros de pensamiento, institutos y abogados particulares. Otros convencionales aún no deciden si contratar o no asesoría, y algunos, una minoría, indican que, si tienen alguna duda, estudian por sí solos.
Si bien la Convención Constitucional está en marcha hace solo algunos días, el proceso de preparación empezó meses atrás. No todos los y las 155 convencionales tienen grandes conocimientos técnicos o de corte jurídico o constitucional.
Es por esto, y por la necesidad de agrupar contenidos afines, que las distintas listas, colectivos e integrantes del órgano encargado de redactar una nueva carta magna para Chile han buscado ayuda en “asesores”: consejeros que los ayudan a preparar contenidos de fondo y en las distintas discusiones que se darán en los meses que vienen, sobre todo una vez se apruebe el Reglamento.
Ellos actúan de diversas formas. Algunos integran grandes institutos y centros de estudio, también llamados think tanks, o tanques de pensamiento. Otros sencillamente aconsejan de forma individual, casi de forma inadvertida, a convencionales que son cercanos. Así también, varias casas de estudio han entregado insumos de estudio y apoyo técnico.
Este es un recorrido a través de los orejeros de los convencionales, con algunas de sus definiciones, miradas, pensamientos y esperanzas en el proceso constituyente.
Centros de estudio
Si lo quiere encontrar en algún lado, el lector hallará a Carlos Arrué, abogado a cargo de la Comisión Constitucional del Partido Comunista, corriendo de un lado al otro en las escaleras del exCongreso. Siempre atento al celular y acompañando a los seis convencionales abanderados por ese partido.
Asevera Arrué que su contribución a las y los constituyentes es “más política que técnica. Yo los ayudo, porque no cachan muchos temas. Pero también hay un apoyo de reflexión política sobre lo que está pasando”.
Una vez que egresó de Derecho en la Universidad de Chile estudió un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de La Habana, Cuba. “Cuando regresé, empezamos a pensar en el tema constitucional. Era 2007. Con algunos compañeros empezamos a pensar en una constitución para el bicentenario. Esto se hizo tema durante la primera presidencia de Bachelet”, rememora.
Durante el último año y medio, cuenta Arrué, “hemos avanzando en sistematizaciones y elaboraciones que suman casi doscientas páginas de propuestas”. Y asegura que los y las constituyentes han tenido jornadas de diversos niveles de estudio: se reúnen “al menos una vez por semana para evaluar el quehacer en la Convención”.
“Sabiendo que esto sería así”, extiende el abogado, “gran parte del estudio hubo que hacerlo antes. El caso mas destacable es el de Barbara Sepúlveda que lleva una larga trayectoria de estudio en materias constitucionales”.
Destaca, también, a Valentina Miranda, la convencional electa que tiene 21 años de edad: “Ella se reúne a diario con su equipo para revisar temas y propuestas de participación. Es el caso de Paola Grandón, de la FRVS que se ha metido en temas de presupuesto y administración”.
Arrué también fue columnista en el portal de radio Cooperativa, donde abordaba temas políticos de contingencia, sobre todo de corte constitucional. Su último escrito está datado el 17 de noviembre del 2019, y se titula “El final de la señora Juanita”: “Por años la política le ha hablado a la Sra. Juanita. (…) Sujeto popular por excelencia, era amante de cosas concretas, luchadora, sencilla y de pensamientos sociales a nivel local. No se interesaba en los proyectos país, rechazaba la violencia y políticamente amaba el duopolio y navegaba entre ambos. (…) Bueno, sonó la Sra. Juanita. Llegó su hora. (…) Las protestas y justas luchas de miles y realmente millones, parieron un nuevo sujeto popular. (…) Que es políticamente anti neoliberal y opinante, rechaza la hipocresía y se interesa por saber lo que le rodea”.
¿Hay tiempo para estudiar?: “Muy poco”, constata Arrué; “por eso había que estar preparado”.
A más de 11 mil kilómetros de esas escaleras del exCongreso, el abogado a cargo del equipo constitucional del Instituto Igualdad del Partido Socialista, Flavio Quezada, conversa desde su hogar en Barcelona. Cuenta que llegó ahí para hacer un doctorado, pero que todo comenzó en calle Pío Nono, al egresar de Derecho en la Universidad de Chile el año 2009.
“Luego de eso estudié un posgrado en Chile. Trabajé en el Tribunal Constitucional de asesor de un ministro, Francisco Fernández Fredes. Renuncié, porque me fui a colaborar al gobierno de la Presidenta Bachelet. Estuve colaborando ahí hasta que me fui a estudiar afuera. Viví en Francia un tiempo porque hice un posgrado. Y ahí me vine a Barcelona”, relata.
Quezada, quien también fue parte del proceso constitucional de Michelle Bachelet, asegura que el equipo que ayuda a los y las 16 convencionales del Colectivo Socialista es “grandote y de distintas disciplinas”. Que se compone, solo a nivel de técnicos constitucionales o juristas expertos, por “más de una treintena”. Algunos de los nombres de los constitucionalistas que colaboran en Igualdad son Lía Arroyo, Catalina Lagos, Gabriel Osorio y Francisco Zúñiga.
Sobre las jornadas de estudio, el asesor extiende que se reúne “mínimo una vez por semana” con el equipo de constituyentes. Y añade que los expertos se congregan “todos los sábados para evaluar la semana y proyectar la siguiente”, y que “a veces asisten convencionales”.
Quezada aún no conoce a todos los convencionales en persona, debido a la pandemia. Pero constata que apenas se den las condiciones, viajará a Chile.
¿Son mateos en el Colectivo?: “Todos son muy estudiosos”, celebra el abogado que también trabaja en el equipo de la candidata Paula Narváez: “Como está compuesto por 16 convencionales, pueden dividirse bien el trabajo. Así, van trabajando en temas específicos cada uno, según las necesidades”.
Entre quebradas y la vegetación de la zona, la profesora de derecho constitucional, Miriam Henríquez, accede a una entrevista telefónica desde Algarrobo. Está ahí aprovechando el receso universitario de mitad de año. Es decana de la facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado desde el 2009, y también asesora en temas jurídicos al grupo de Independientes No Neutrales en la Convención.
Se postuló como convencional y no salió, pero igual la considera una buena experiencia, “interesante como ejercicio; fue provechoso conocer el lado real de lo que uno está estudiando y enseñando”. Remarca que es del grupo que fundó a los INN, y hoy forma parte de la comisión de contenidos, que abarca en sus palabras entre 20 y 40 académicos. De ese primer grupo de expertos fundadores lista a Rodrigo Jordán, Andrea Repetto, Leonardo Moreno, Eduardo Engel y Alejandra Sepúlveda, entre otros y otras.
La abogada ha defendido en entrevistas que la nueva constitución debe hacerse con perspectiva de género: “Hay que considerar el lenguaje inclusivo en la constitución. Porque sabemos que el derecho, la manera en que está construido habitualmente parece que fuera neutro y objetivo, pero en realidad el lenguaje, lo que ha hecho todo este tiempo ha sido invisibilizar justamente las demandas de género”, consignó al diario La Tercera en abril de este año.
Sobre el proceso de instalación y las primeras semanas de la Convención, Henríquez se muestra conforme: “A pesar de que muchos han hecho críticas respecto del avance, yo tengo una visión totalmente contraria. Creo que en dos semanas el haber podido aprobar las comisiones funcionales, son maneras de organizarse de manera mucho más rápida y expedita de lo que uno hubiera, al menos yo, imaginado”.
Así también, la jurista copiapina analiza sobre las tensiones que pueden existir entre el proceso constituyente y la carrera presidencial: “No hay proceso constituyente que haya estado de espaldas a lo que pasa en el momento político en el que se han dictado las constituciones. De hecho, eso es lo impactante de las constituciones: que regulan con una foto de lo que hoy ocurre, pero que rige las generaciones futuras”.
Y extiende: “No lo veo como algo negativo, lo veo como algo propio de los procesos constituyentes. Y por eso mismo, inevitable”.
En tanto, en el Frente Amplio, asoma el think tank Rumbo Colectivo, ligado a Revolución Democrática. Su coordinador de contenidos, Rodrigo Bustos, detalla que han trabajado en sus contenidos constitucionales desde el año pasado junto a Carolina Quiroga: “Tenemos una red de especialistas muy amplios; Claudia Heiss, Domingo Lovera, Pablo Contreras, Yanira Zuñiga, Javiera Ascencio, Alberto Coddou, entre otros”.
En esa línea, narra que asesoran en general a todos los convencionales del Frente Amplio, y que en los primeros días del proceso tuvieron “dos largas jornadas de trabajo de todo el día con todos los y las convencionales de Apruebo Dignidad”.
Expresa también Bustos, que trabaja en el INDH, que los convencionales tienen motivación de imbuirse en los contenidos, “y también piden apoyo con minutas o revisión de documentos en algunos temas que van saliendo en las comisiones que se han ido creando”.
Otro de los puntos a destacar es que Rumbo Colectivo también ha trabajado con el vicepresidente de la Mesa directiva, Jaime Bassa: “Él ha participado en reuniones con todos los y las convencionales del Frente Amplio junto a representantes de centros de pensamiento. También participó en conversatorios organizados por Rumbo Colectivo antes de que iniciara la Convención”. Del mismo modo, espera que siga existiendo “la mayor coordinación con él y con todos y todas los convencionales del Frente Amplio y de Apruebo Dignidad”.
En tanto, el coordinador de la comisión constitucional de Convergencia Social, Javier Valdés, afirma que asesora a “ocho convencionales” de su conglomerado —entre ellos a Bassa— , en los que lista a los y las siete del partido más Christian Viera, “que se integró hace poco al Frente Amplio, y trabaja con nosotros y nosotras”, y aclara que “algunos son independientes, sí, como Viera, pero los apoyamos igual porque son cercanos”.
El ex Izquierda Autónoma y abogado de la Universidad de Chile también lista a Manuel Yáñez, abogado de la Universidad de Talca como parte de la coordinación.
En el caso de La Lista del Pueblo, el nombre que más suena es Eric Palma, académico en la facultad de Derecho de la Universidad de Chile y miembro del centro de estudios Poder Electoral Constituyente.
Palma, que ha trabajado por visibilizar la necesidad de una nueva constitución “hace 20 años”, aseguró en una entrevista concedida a Bío Bío, que con los y las convencionales La Lista del Pueblo se están reuniendo “dos veces a la semana” para coordinar temáticas.
Por otro lado, en Chile Vamos no existe un catastro claro al listar las asesorías desde los centros de pensamiento.
Ejemplo de esto es Libertad y Desarrollo, donde indican que “están a disposición de todos” y no hacen asesorías particulares. Sin embargo, han organizado encuentros donde se han reunido varios convencionales de Chile Vamos, y han participado otros think tank, como la Fundación Jaime Guzmán, Fundación Para el Progreso, ResPublica, Instituto Libertad y Horizontal.
Desde este último centro, ligado a Evópoli, comentan que si bien han tenido “una relación más directa con los convencionales de Evópoli e independientes de la lista, nos hemos reunido con otros convencionales de Chile Vamos para presentar los trabajos de nuestra institución”.
Asimismo, el encargado del programa de estudios constitucionales de la Fundación Jaime Guzmán, Felipe Lyon, precisa que han “colaborado y compartido documentos técnicos con los convencionales de Chile Vamos, y de manera especial con los que son de cupos UDI. Todo esto lo hemos hecho buscando elevar el nivel del debate, y que de la Convención salga el mejor texto posible”.
Orejeros personales
Sumado al trabajo que hay en cada think tank, Radio Bío Bío consultó a casi una treintena de convencionales sobre si mantienen asesorías personales en temas técnicos y jurídicos de corte constitucional, o bien le piden una ayuda a algún experto de confianza.
Según fuentes en la Convención, la presidenta de la Mesa directiva, Elisa Loncón, mantiene en su equipo de consejeros al historiador Claudio Alvarado Lincopi, que lleva en su línea de investigación la reivindicación del pueblo Mapuche. “Existe la posibilidad de refundar la relación entre el Estado chileno, la sociedad chilena y el pueblo mapuche. La discusión constituyente tiene que abrazar esa posibilidad”, enunció en CNN Chile en agosto del 2020. El académico fue su candidato de paridad de género en las elecciones de mayo pasado.
Otro nombre que suena como cercano a la doctora en Literatura es Martín Llancamán, magíster en Filosofía de la Universidad de Chile. Ha sido columnista en el diario El Desconcierto.
Una de ellas, fechada en junio del 2021, reza: “No conocemos las razones del Parlamento para dejar pactada previamente una parte central de las normas de la Convención: no hubo debate público sobre ellas sino un encuentro de medianoche a puertas cerradas. Todo lo que la ciudadanía vio al otro día, fue la foto de una sala de palacio llena de rostros políticos: los movimientos sociales y la ciudadanía merecen ahora la transparencia que no hubo entonces”.
Desde los Independientes No Neutrales, Patricia Politzer expone que “personalmente, por ahora me ayuda solo un colega, Leonardo Garetto, además del apoyo que nos entrega INN, donde tenemos el apoyo de muchos profesionales de primer nivel como Miriam Henríquez, y otros abogados como Catalina Fernández o Crescente Ovalle”.
En tanto, Patricio Fernández, independiente pro Liberal, cuenta que es ayudado por el abogado Luis Cordero, doctor en derecho, director en Espacio Público y columnista en el diario La Segunda. Este último lo reafirma, extendiendo que tienen una amistad hace años con Fernández, pero que “en rigor me pregunta sobre algunos temas legales. Creo que asesor le queda grande a eso”.
En esa misma lista, el jurista Agustín Squella asevera que aún no cuenta con asesores, pero que lo designará una vez la Convención establezca los mecanismos adecuados para su designación.
Por su lado, Andrés Cruz, independiente pro PS, cuenta que es apoyado directamente por personas “que pertenecen a mi ciudad, a mi provincia”. Y que esto es suscitado porque es necesario ampliar los espacios “a personas que normalmente no tienen estas posibilidad de ser oídas”.
La misma necesidad la comparte Miguel Ángel Botto, independiente, que indica que trabaja con un equipo multidisciplinario de gente de su zona.
En Chile Vamos existe variedad de respuestas ante la consulta.
Por el lado de los RN, Luis Mayol, extiende: “Me auto asesoro”. Raúl Celis, en tanto, constata: “Tengo un asesor, Paulo Solari Allende, y me interesa contar con la opinión del Instituto de Estudios de la Sociedad en distintas áreas”.
En el ala de los UDI, hay consensos en que Rodrigo Álvarez, Marcela Cubillos y Constanza Hube son un aporte en temas de contenido constitucional. Tanto Cubillos como Pablo Toloza y Teresa Marinovic, independiente pro Republicano, los valoran de ese modo. Esta última también suma a sus consultas personales páginas web de algunos estudios, “como Fundación Sol”.
Al respecto, Hube, que es abogada constitucionalista, afirma que al ser profesora en la materia, “me preguntan otros convencionales, pero la realidad es que nos ayudamos y colaboramos entre todos”. Y suma que con Cubillos, su compañera en la comisión de Reglamento, “nos apoyamos entre ambas, ya que ella también es constitucionalista”.
En tanto, Alfredo Moreno subraya: “No tengo asesores por el momento y estoy estudiando si en el futuro tendré”.
En esa línea, Margarita Letelier declara: “Tenemos un abogado que trabaja con Martín Arrau y conmigo, que se llama Diego Sepulveda”.
Sobre esta atomización, Arturo Zúñiga enfatiza: “Es que como convencionales de la UDI no existe la formalidad de tener todos las mismas asesorías. Cada uno ve con quien se acomoda más. Siempre la libertad primero”.
El independiente electo en lista Evópoli, Bernardo de la Maza, manifiesta no tener asesorías. “Cuando he tenido dudas, estudio”, ratifica el periodista. En esa línea, Rodrigo Logan añade: “Tengo colegas amigos que me ayudan. Además, yo mismo trato de estudiar bastante”.
En tanto, ya en tierra de los simpatizantes de Apruebo Dignidad, la abogada Manuela Royo asevera que se fundamenta en “su propio estudio y experiencia”, ya que está haciendo un doctorado en derecho constitucional. “Sin perjuicio de eso”, extiende, “mantengo conversaciones con el centro de estudios constitucionales de la Universidad de Talca, con quienes he trabajado durante años, donde participa Roberto Celedón, que es coordinador de la comisión de Derechos Humanos”.
Al respecto, el mismo Celedón, miembro de la lista de la FRVS, comenta: “Tengo ofrecimiento de colaboración, pero nada se ha definido sobre asesorías en la Convención”.
Por su parte, Christian Viera, manifiesta que tiene un equipo conformado por “asesores, jefe de gabinete y encargado territorial”. A esto, suma que “por cierto, tengo muchas redes con mis compañeros del mundo académico, pero son las redes de los afectos y de los textos que hemos construido juntos y juntas”.
Por último, en La Lista del Pueblo, Manuel Woldarsky reafirma el rol de Eric Palma como “uno de los abogados que me ayudan, de distintas miradas”, y los define como “profesores universitarios y activistas del mundo de la defensa de los derechos humanos”.
En tanto, Camila Zárate asevera que trabaja con una comisión de eco contenidos, conformada por los expertos Pía Gajardo, Karen Ardiles, Javier Pineda y Lucio Cuenca, nombres que comparte “por transparencia”. Además, agrega que cuenta con sus propios conocimientos jurídicos: “Con mucho esfuerzo, trabajando y estudiando, egresé de derecho en la Universidad de Chile con excelencia académica y obtuve nota máxima en mi tesis”.