La Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó la reducción de la jornada laboral a 40 horas a la semana y terminaría este martes de despachar a sala la iniciativa de la oposición. La jornada de ayer estuvo marcada por el ánimo de Chile Vamos de retrasar el debate, la reserva de constitucionalidad presentada por diputados oficialistas y los particulares argumentos entregados por el ministro Nicolás Monckeberg.

Con 7 votos a favor y 6 en contra, la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó el segundo numeral del proyecto que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas, que es considerado el “corazón” de esta iniciativa impulsada por el Partido Comunista.

Finalmente, se aprobaron los primeros 3 numerales del artículo 1 del proyecto, pasando a debatirse un artículo transitorio que establece que no se reducirán los salarios si se establece este cambio.

Sin embargo, el proyecto no se despachó por acabarse el tiempo destinado para esta instancia a las 19:30 horas. Según adelantó la presidenta de la comisión, Gael Yeomans, la discusión se retomará este martes a las 09:00 horas, antes de ser despachado a la Sala de la Cámara.

Quedó pendiente también determinar cuándo se dará este debate, considerando que pronto entrarán en vigencia urgencias legislativas de otros proyectos en materia laboral, como la reforma a la Dirección del Trabajo.

Destacar además que la aprobación de la reducción de la jornada laboral contó con el voto de la Democracia Cristiana, luego que se acordara una gradualidad de cinco años para las pequeñas y medianas empresas, con un tope de ventas anual de 75 mil UF, como indicó el diputado DC, Gabriel Silber.

Rodrigo Sáenz | Agencia Uno
Rodrigo Sáenz | Agencia Uno

A la salida de la comisión, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, expresó que “a este Gobierno no le van a faltar pantalones para respetar el sueldo de los trabajadores y las reglas de la Constitución”.

El secretario de Estado arguyó que “este proyecto está tan mal hecho, está tan improvisadamente, que un artículo de pocas palabras dice que se deben adecuar todas las jornadas especiales de Chile a las nuevas 37.5 o 35 horas, todas, las del campo, las de la agricultura, la del profesional de las artes, la de los deportistas profesionales”, respaldando sus dichos durante la comisión, en la cual argumentó que “Chile podría verse impedido de jugar un Copa América porque va a exceder la jornada máxima que aquí se está planteando”.

“Con este proyecto de ley, que obliga a establecer un límite máximo de jornada, impide que los deportistas profesionales pueden ejercer actividades los fines de semana”, sostuvo.

Asimismo, la ministra secretaria general de Gobierno, Cecilia Pérez, anunció que desde el Ejecutivo no descartan llegar hasta el Tribunal Constitucional (TC) para frenar el proyecto.

En esa línea, la vocera expresó que tienen “convicción que es un proyecto inconstitucional“, argumento que sería respaldado, según la autoridad, por lo que “se ha señalado por distintos expertos y la información que nosotros tenemos y que hemos dado a conocer públicamente”.

Pérez realizó un llamado al Congreso para que se “respete” la Constitución. Palabras a las que añadió que “vamos a hacer todo lo posible dentro de las instancias del Congreso para que así sea evidenciado dentro del debate legislativo y por cierto, no vamos a descartar ninguna institución, entre las que se incluye el TC“.

La ministra aseguró que, si bien están de acuerdo con reducir la jornada laboral, desde el Gobierno tienen cuestionamientos sobre cómo se aborda la gestión.

Sebastián Beltrán | Agencia UNO
Sebastián Beltrán | Agencia UNO

Al respecto, la autora del proyecto, la diputada del Partido Comunista, Camila Vallejo, aseguró que el Gobierno le declaró la guerra a la oposición en este debate.

Mientras, el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, descartó las acusaciones de inconstitucionalidad, augurando que será difícil que incluso personeros del oficialismo voten en contra pese a las estrategias que pueda usar el Gobierno para dilatar la aprobación.

Explicó que, desde la perspectiva de la oposición, el proyecto “busca que quienes tienen jornadas laborales completas de 45 o más horas vean beneficios concretos en la reducción de jornadas laborales, es decir, más tiempo extra, o en el reconocimiento de horas extras en aquellas que superan las 40 horas”, agregando que los avances tecnológicos de los últimos tiempos permiten que los trabajadores sean más productivos en menos tiempo.

Con esto en mente, calificó las críticas del Gobierno como una “campaña del terror” y recordó que “esto ya se hizo el 2001, lo que comenzó a regir a partir del 2005, y fue por una indicación parlamentaria, por lo tanto acá todas las indicaciones que el Gobierno plantea en términos de inconstitucionalidad no tienen reconocimiento incluso en nuestra historia legal y jurisprudencial”.

Acotó también que están abiertos a aplicar el cambio en la jornada de forma gradual y dando énfasis a las Pymes, augurando que el Gobierno aplicará “estrategias dilatorias” cuando el proyecto esté en Sala, para hacer que vuelva a la comisión.