El Consejo Constitucional que redactó una nueva propuesta de carta magna entregó este martes, de la mano de su presidenta, la derechista conservadora Beatriz Hevia, su texto definitivo al Presidente Gabriel Boric, en un acto protocolar que culmina el segundo proceso constituyente del país suramericano en los últimos cuatro años.
“Ahora que el trabajo del Consejo Constitucional ha concluido y tenemos una segunda propuesta de Constitución, se abre el tiempo definitivo de los ciudadanos que tendrán que decidir de qué manera este texto permitirá abordar los grandes temas de Chile”, dijo el Presidente tras recibir el documento.
La propuesta, aprobada hace una semana por el Partido Republicano (22 escaños de 50) y la coalición de la derecha tradicional Chile Vamos (11 escaños), y rechazada por los 17 consejeros de la izquierda oficialista, tiene altas probabilidades de ser descartada en el referéndum del próximo 17 de diciembre, según todas las encuestas.
La ceremonia, marcada por la sobriedad que ha regido a lo largo de este segundo intento constitucional, finalizó con la firma del Mandatario del decreto que convoca el plebiscito del próximo mes.
Gabriel Boric recalcó su “responsabilidad” de que la ciudadanía “pueda expresarse con plena libertad” en esa elección, lo que –dijo– implica generar las condiciones de un proceso electoral “inobjetable y expedito” y que los electores “cuenten con la información necesaria para poder tomar una decisión seria y responsable”.
Los defensores del texto argumentan que garantiza “libertad” y “seguridad” y da “certezas económicas y jurídicas” al país, mientras que sus críticos lo tachan de “partidista” y dicen que perpetúa el modelo neoliberal que instaló la Constitución actual, vigente desde la dictadura (1973-1990) y reformada decenas de veces en democracia.
La presidenta del órgano constitucional, por su parte, dijo en su discurso que el texto presentado hoy “busca hacerse cargo del devenir institucional y del marco jurídico, pero también de los desafíos propios de la época y de las urgencias ciudadanas”.
“Los verdaderos chilenos anhelan con esperanza que se cierre este proceso constitucional y que los políticos dejemos nuestras diferencias ideológicas y programáticas y nos pongamos a su servicio”, agregó Hevia.
Hasta ahora, las principales fuerzas del oficialismo como el Partido Comunista, la coalición de izquierda Frente Amplio, a la que pertenece Boric, y el Partido Socialista ya anunciaron su voto en contra del nuevo articulado. Para esta tarde se espera la decisión de la Democracia Cristiana, otro de los colectivos tradicionales en el país.
Este es el segundo proceso constitucional que vive Chile, tras el que concluyó en septiembre de 2022 con un contundente rechazo del electorado a un proyecto escrito por una convención izquierdista.
Si la propuesta finalmente se rechaza en diciembre, seguirá vigente la actual Constitución, que ha sido reformada decenas de veces en democracia, pero es cuestionada por su origen dictatorial. El Gobierno del presidente Gabriel Boric ya ha adelantado que no impulsará un tercer proceso.