Esta semana comenzó la votación de las enmiendas presentadas por los consejeros constitucionales al anteproyecto de carta magna, proceso en el que consejeros republicanos desistieron de cuatro de ellas. Aseguraron que “nos dimos cuenta” que las medidas estaban provocando molestia en la opinión pública.
Una de las enmiendas que retiraron es la que planteaba la protección de “la vida del niño que está por nacer”, y ahora la idea es un concenso con Chile Vamos, que no se aleje de la norma actual que estipula que la ley protegerá la vida del que está por nacer. Lo más relevante es que la enmienda no tocaría la actual ley de aborto en tres causales, que entrega la posibilidad de terminar los embarazos por violación, riesgo de vida de la madre e inviabilidad del feto.
Otra enmienda en la que retrocedieron es la que planteaba aumentar el quorum para someter a reformas a la Constitución a 2/3. Por el contrario, y luego de críticas tanto del oficialismo como de Chile Vamos, el quorum se mantendrá en 3/5, lo que convierte al texto en uno más flexible y fácil de reformar.
“Hemos querido dar este paso, que no solo tiene el efecto práctico de despejar el camino de algunas enmiendas que podrían estarlo dificultando”, aseguró el consejero del Partido Republicano, Luis Silva. Movimiento que, según el representante de la derecha conservadora, se hace “para deshacer esas aprensiones y confirmar nuestra voluntad de favorecer la discusión es que hemos desistido de esas cuatro enmiendas buscando unidad de propósito en tres de ellas”.
La tercera enmienda en la que desistió el Partido Republicano, es la que degradaba los tratados internacionales respecto de derechos humanos por debajo de la Constitución. La idea de los republicanos era dejarlos por debajo del texto fundamental.
“Nos dimos cuenta con el paso del tiempo que estas enmiendas estaban provocando una reacción que estaba ralentizando el proceso, provocando un cierto ofuscamiento en la opinión pública“, agregó Luis Silva.
Por último, la cuarta enmienda que dejaron de lado los republicanos es la que proponía un “perdonazo” a todos los presos mayores de 75 años, lo que favorecería directamente a quienes se encuentran cumpliendo amplias condenas por crímenes de lesa humanidad en Punta Peuco. Según el ministerio de Justicia, de los más de 50 mil presos en Chile, solo 265 presos son mayores de 75 años. De ellos, 153 cumplen condenas por violaciones a los derechos humanos, de los cuales, 73 están en Punta Peuco y 65 en el penal Colina Uno, mientras que el resto está en distintos centros penitenciarios de todo el país.
El consejero de Convergencia Social, Yerko Ljubetic, se refirió respecto de lo anunciado por los consejeros republicanos, quitándole relevancia.
A su juicio, las enmiendas “son bajadas porque no gozan de ningún apoyo y más bien son objeto de rechazo del conjunto de la sociedad y no va más allá que una movida de orden táctico de remover cuestiones que eran absolutamente impresentables”, dijo el Ljubetic.