El féretro con los restos de la reina Isabel II ya fue bajado a la bóveda real que se encuentra en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor. Con esto iniciaría la última etapa de despedida de la monarca.
Antes de la ceremonia privada a la que asistieron miembros de la familia real y sus más cercanos, se retiró la corona imperial, el orbe y el cetro del féretro en presencia de autoridades de otras casas reales del mundo.
Estos símbolos representan el reinado y poder de la Reina, pero no serían sepultados junto a ella. Ahí fue cuando el ataúd entró en la cripta al son del lamento del gaitero escocés Paul Burns.
El músico también tocó un lamento al inicio de la ceremonia, titulado “Duerme querida, duerme”, en honor a la Reina. Burns además era el gaitero real desde 2021 y se encargaba de despertar a la monarca todas las mañanas con su gaita.
Última etapa del funeral de Isabel II
Más tarde, el último servicio reservado para la familia real británica, dará el último adiós a Isabel II, fallecida en el castillo de Balmoral (Escocia) el día 8 de septiembre a los 96 años.
Sus restos serán enterrados junto a la tumba de su marido, el duque de Edimburgo, en la cripta real de Windsor. El funeral mantuvo las calles de Londres paralizadas durante gran parte del día y al evento asistieron miles de personas.
En Windsor además, la esperaban algunas de sus mascotas, los corgis Muick y Sandy y su caballo favorito. Animales por los que Isabel II sentía un gran aprecio y admiración.