Los príncipes William y Harry, distanciados desde hace un tiempo, caminan este miércoles juntos en el cortejo fúnebre de su abuela, la reina Isabel II, que transcurre por la céntrica avenida The Mall, en Londres, hacia el Parlamento.
Willim, que ostenta ahora el título de príncipe de Gales, viste uniforme militar, pero su hermano Harry, duque de Sussex, lleva sólo algunas condecoraciones sobre traje de día, después de que la reina Isabel II le retirase sus títulos militares por su decisión de apartarse de la Casa Real a principios de 2020.
En un ambiente solemne, la guardia real, con sus uniformes rojos y boinas negras de oso, se colocaron frente a las grandes rejas negras que rodean el palacio de Buckingham.
La imagen recordó la desgarradora escena donde los hermanos debieron caminar tras el cortejo de su madre, la princesa Diana, quien murió en 1997.
En ese tiempo, William tenía 15 años, mientras que Harry 12. Ambos fueron acompañados por su padre, el actual rey Carlos III; su abuelo, el príncipe Felipe y el hermano de su madre, Charles Spencer.
Años más tarde, el mismo Harry reconoció que fue una de las cosas más duras que tuvo que hacer en la vida y que lo marcó para siempre.
“Mi madre acababa de morir, y yo tuve que caminar un largo recorrido detrás de su féretro, rodeado de miles de personas que me miraban y millones más que lo hacían por televisión”, reconoció el príncipe años después en una entrevista con la revista Newsweek.
“No se debería pedir algo así a ningún niño bajo ninguna circunstancia. Creo que eso no sucedería hoy”, dijo.
Un masivo adiós a la Reina
En tanto, miles de ciudadanos presencian ambos lados de la céntrica avenida el paso del cortejo fúnebre de la reina Isabel II en dirección al Parlamento británico.
Desde primera hora de la mañana, familias enteras, ancianos, personas en sillas de ruedas o grupos de colegiales procedentes de todas partes del mundo se agolparon para rendir tributo a la soberana, fallecida el 8 de este mes a los 96 años en Balmoral (Escocia).
Entre la multitud hay numerosos paramédicos para facilitar asistencia médica, si fuera necesario, así como una destacada presencia policial para velar por el orden.
