Lionel Scaloni, entrenador de la selección argentina, y el arquero Emiliano Martínez respaldaron este sábado a los jugadores uruguayos y a su seleccionador Marcelo Bielsa y consideraron que fue una reacción humana subir a la grada a proteger a sus familiares de los hinchas colombianos, durante la semifinal de la Copa América disputada en Charlotte.
“Mañana tendría que ser una fiesta. Sería una alegría que termine bien, porque las imágenes (de la pelea en las gradas) fueron muy tristes. Cualquiera hubiese actuado de esa manera (como los jugadores uruguayos). Tuvimos un hecho parecido en Maracaná, pero ver a tu familia en medio de un tumulto debe ser desesperante y hay que mirar un poco eso”, dijo Scaloni en conferencia de prensa.
“A los jugadores les pedimos que sean ejemplos, pero cuando pasa eso yo creo que ninguno actuaría de otra manera. Espero que no pase nada, que sea una fiesta. Lo deseo con mi corazón. Estarán todas las familias y no podemos pensar que pueda pasar algo. Tenemos que aprender de una vez por todas. Que todo termine bien, para mí estaría en alegría a la par de ganar un campeonato. Las imágenes que se vieron parecían de hace 50 años y me preocupa. Por eso lanzo un mensaje de tranquilidad”, añadió el estratega.
‘Dibu’ Martínez opinó como su técnico y también recordó lo que ocurrió en un partido de las eliminatorias del Mundial de Qatar contra Brasil que terminó siendo suspendido.
“Nos pasó en Brasil, yo tenía familiares cerca, con gente que le pegaba batazos a los chicos y las mujeres. Si ves que le pasa a tus nenes y tus padres es una reacción normal. Lo que pasó con Darwin (Núñez) y (Mathias) Olivera, que los conozco bien de la Premier, es muy triste”, dijo el arquero.
“Mañana, es una final, la gente va a beber más alcohol y hay que reforzar la seguridad y tratar de tranquilizar a todos”, enfatizó.
Scaloni, asimismo, aseguró que sigue pensando lo mismo respecto al estado de las canchas, en respuesta al entrenador de Uruguay, que dijo que reprimió sus quejas después de la primera jornada para no sufrir consecuencias.
“Sigo pensando igual. Dije que estaba todo dicho, porque no había manera de arreglarlo. El sorteo fue en diciembre y las canchas estaban así hasta cuatro días antes. Me pareció oportuno dejarlo porque si no hubiera parecido una excusa, pero en el partido contra Ecuador estaba peor y seguimos”, añadió.