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El piloto neerlandés Max Verstappen, de Red Bull, se destacó el domingo con una magistral victoria en el Gran Premio de Sao Paulo, logrando así su octava victoria de la temporada y la sexagésima segunda en la Fórmula 1. Con este triunfo, Verstappen podría asegurar matemáticamente su cuarto título consecutivo en Las Vegas, siempre y cuando el británico Lando Norris no le recorte tres puntos en la clasificación general. A pesar de haber tenido un inicio de temporada excepcional, con siete victorias en las primeras diez carreras, Verstappen había atravesado una racha sin triunfos en las siguientes diez competencias. Sin embargo, en Interlagos puso fin a las dudas y demostró su superioridad ante Norris, a pesar de iniciar desde la decimoséptima posición en la parrilla. Con 393 puntos en total, el neerlandés aventaja a Norris por 62 unidades, y podría coronarse en Las Vegas si termina por delante del inglés en la próxima carrera. Además, existen otras posibilidades para que Verstappen se consagre como campeón mundial una vez más, dejando en claro su dominio en la F1 y demostrando que sigue siendo el líder indiscutible en la categoría.
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El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que se exhibió el domingo con una lección magistral de pilotaje y garra con la que se anotó el Gran Premio de Sao Paulo (Brasil) -el vigésimo primero del año-, puede dejar resuelta matemáticamente la consecución de su cuarto título seguido de Fórmula 1 en la próxima prueba.
Esto dentro de tres fines de semana en Las Vegas (Estados Unidos). Donde ya será campeón siempre y cuando el inglés Lando Norris no le recorte tres puntos en la general.
Verstappen, de 27 años, que había ganado siete de las primeras 10 carreras del año, pero ninguna de las diez siguientes, puso fin al debate y a las dudas con una victoria más que contundente en Interlagos. Donde festejó, al fin, su octavo triunfo del curso y el sexagésimo segundo en la categoría reina; en la que -sin contar las pruebas sprint- no se había impuesto desde el pasado Gran Premio de España, en junio y en Montmeló (Barcelona).
‘Mad Max’ ganó de forma épica el lluvioso, accidentado y caótico Gran Premio de Sao Paulo; dándole por completo la vuelta a las sensaciones previas a la carrera.
El sábado, Norris -tres años más joven que él- le había recortado tres puntos al ganar el sprint, que el astro neerlandés concluyó cuarto. Y en la calificación, aplazada al domingo, el británico firmó su octava ‘pole’ en la F1; al tiempo que el líder quedaba eliminado en la Q2, la segunda ronda de la cronometrada principal, con el duodécimo crono.
Añadiendo a ese resultado la sanción de pérdida de cinco puestos en parrilla -por haber efectuado nuevos cambios en la unidad de potencia de su RB20- Verstappen tomaría la salida decimoséptimo: dieciséis puestos por detrás de su teórico principal rival.
Norris, con un coche claramente superior en el segundo tramo del campeonato, afrontaba la carrera a 44 puntos en la general, por lo que (en el hipotético caso de que se hubiesen mantenido esos puestos) se hubiese podido acercar a 19 -o incluso a 18-.
El Mundial podía quedar claramente abierto, a falta de otras tres carreras y un sprint -el de Qatar, penúltima prueba de un campeonato que se cerrará el 8 de diciembre en Abu Dabi-. Y esa era la sensación antes de que comenzase la tan caótica como espectacular carrera de Brasil.
Pero Verstappen fue más ‘Mad Max’ que nunca. Sacó al genio y al súper-depredador deportivo que lleva dentro. Y no sólo disipó cualquier tipo de duda; sino que le asestó un duro golpe psicológico al joven talento de Bristol; que acabó completamente desquiciado una carrera en la que no pasó del sexto puesto mientras que el astro neerlandés completaba la obra maestra con el punto extra que otorga la vuelta rápida. Redactando toda una declaración de principios: en la F1 sigue mandando él.
Con el tope de 26 que capturó en el Autódromo José Carlos Pace, el ídolo de los Países Bajos suma ahora un total de 393 puntos, 62 más que Norris. Y después de Las Vegas, Lando -suponiendo que ganase las dos últimas carreras, con vuelta rápida; más el sprint de Losail, que aportará ocho unidades al vencedor- sólo podría recortarle un tope de 60, en el bastante improbable caso de que Verstappen no sumase un solo punto.
¿Qué necesita Max en Las Vegas para atesorar el ‘tetra’?
A Verstappen le vale acabar la próxima carrera por delante del inglés para festejar su cuarto título mundial (seguido) en Las Vegas. También será campeón dentro de tres semanas si ninguno de los dos puntúa; o incluso sin puntuar, siempre y cuando Norris no acabe octavo o por encima de esa plaza.
Y hay un par de posibilidades más. Al buque insignia de Red Bull -que, aunque esté más complicado, aún no ha tirado la toalla en su afán por festejar un tercer título seguido de constructores- le vale con sumar dos puntos menos de los que añada a su cuenta el inglés; porque en caso de un empate final a unidades, es imposible que Lando (con tres este año: los que presenta en su palmarés) iguale sus ocho victorias.
Hace tres años, Verstappen destronó al séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes), literalmente, en la última vuelta de la última carrera, en Yas Marina (Abu Dabi). Hace dos, dejó casi resuelto el certamen antes de las vacaciones de verano (europeo). Y la pasada temporada, el paseo fue militar: ‘Mad Max’ se anotó veinte de las 23 carreras.
Esta vez, parecía que la cosa se podía torcer. Pero el domingo, en Brasil, Verstappen dio un golpe en la mesa. En la categoría reina, sigue siendo el rey. Y, de repente, ya casi nadie duda de que no se le escapará el cuarto título.
En Las Vegas, la localidad del estado de Nevada que inmediatamente se asocia con el juego, Verstappen puede certificar su póker triunfal.