Por favor complete todos los campos y haga check para certificar la veracidad de los datos antes de enviar la correccion.
Por favor ingrese en e-mail valido.
Su mensaje fue enviado ¡exitosamente!
Atenderemos su correción cuanto antes
La empresa, presidida por Alejandro Gil, presentó un recurso de protección acusando la vulneración de su derecho a la honra a raíz de publicaciones realizadas en la red social Twitter por la cuenta “@CLC_Miente”. En su escrito, el recinto de salud plantea que “aquí (...) se está acusando a mis representados de delitos graves y para ello, existen instituciones que deben investigar y resolver conforme a derecho de existir denuncias al respecto, lo que, a la fecha, no existe”. La Corte de Apelaciones de Santiago declaró inadmisible el recurso, no obstante, el abogado de la entidad apeló y será la Corte Suprema quien deberá pronunciarse.
Una nueva pugna en tribunales tiene como protagonista a Clínica Las Condes (CLC), empresa dedicada al rubro de la salud presidida por Alejandro Gil. Y es que el pasado 24 de enero el recinto asistencial ingresó ante la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso de protección contra Twitter, con el fin de dar de baja el perfil “@CLC_Miente”.
La acción legal, en concreto, tiene como fin “poner coto a una verdadera campaña de descrédito y desprestigio” que, según acusan, es llevada adelante por la mencionada cuenta en la red social desde, “al menos”, el pasado 13 de diciembre de 2022, fecha en que se originó el perfil hoy materia de conflicto.
El punto en cuestión, según la CLC, es que “@CLC_Miente” ha “difamando a mis representados a través de comentarios que han sobrepasado con creces los límites de la libertad de expresión, atentando y dañando derechamente la honra y reputación de mis representados, imputándoles ilícitos e incluso la comisión de actos constitutivos de delito” (vea recurso).
En el escrito, de 27 páginas, se detalla que a través de dicho perfil se ha acusado al recinto de salud de “fraude, evasión de impuestos, robo de dinero, falta de especialistas e incluso más, ha indicado que mis representados contratan médicos con especialidades sin las certificaciones necesarias, es decir, simples médicos generales que se harían pasar por especialistas y así, suma y sigue”.
Lo anterior, agrega el texto, “sin prueba alguna”, con el fin de alarmar a pacientes “que van en busca de ayuda, disuadiendo a otros y lo más grave, cuestionando lo que con años han construido mis representados: una institución de prestigio, conocida no tan solo a nivel nacional por su excelencia, sino que a nivel latinoamericano y reconocida por su desempeño a nivel mundial”.
La intención detrás de la cuenta de Twitter, según la CLC, representada por el abogado Álvaro Jofré Serrano, es “clara”. Esta sería “denostar y desprestigiar públicamente tanto a la Clínica Las Condes como al Sr. Gil, y con ello, perturbar el prestigio construido hace más de 30 años”.
No es la primera polémica del año que enfrenta la institución. A esta pugna en tribunales se suman una serie de querellas, en sede penal, de ex médicos que prestaron servicios en el recinto y que acusan la apropiación de dineros, situación que es indagada por la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente, a cargo de la fiscal Karina Naranjo Hernández.
El recurso de protección entrega una serie de ejemplos en los que “@CLC_Miente” ha escrito sobre la institución. Por ejemplo, uno de ellos señala: “El marido de Cecilia Karlezi (…) se ha dedicado los últimos 3 años a robar una parte importante de los sueldos que médicos reciben como pago desde isapre o pacientes” (vea imagen).
Asimismo, “@CLC_Miente” publicó en una serie de “tuits” la imagen corporativa del recinto médico, cuestión que junto a los descalificativos constituye -según la empresa- un “atentado que vulnera el derecho a la honra y a la propia imagen, con todas las consecuencias que esto acarrea, más aún considerando que, el pilar de una entidad como la Clínica Las Condes se cimenta en la confianza que esta inspira; confianza ganada a pulso debido a su trayectoria y compromiso con la salud”.
Inadmisible
No obstante, y pese a todo lo expuesto, la Corte de Apelaciones de Santiago declaró inadmisible el recurso de protección el pasado 26 de enero. Esto ya que “los hechos expuestos en la presentación, en relación con lo dispuesto en el artículo 20 de la Constitución Política de la República, se colige que la acción impetrada no reúne los requisitos que permitan declarar su admisibilidad, toda vez que no resulta ser la vía idónea al efecto” (vea documento).
El artículo 20 de la Constitución Política de la República (CPR) señala que cualquier persona que por “causa de actos u omisiones arbitrarias o ilegales sufra privación, perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidos en el artículo 19”, como, por ejemplo, el derecho a la vida privada, honra -en conflicto en este caso-, etc., podrá recurrir a la Corte de Apelaciones respectiva.
Pese a este revés en el tribunal de alzada capitalino, la CLC se juega sus últimas cartas. El 30 de enero ingresó a la Corte un escrito buscando la reposición del recurso y, en subsidio, apelando a la inadmisibilidad. “Las publicaciones realizadas por el perfil @CLC_Miente apuntan derechamente a destruir la imagen y reputación que mis representados se han ganado con trabajo y esfuerzo”, reforzó el documento (vea aquí).
Una mala y una buena. La mala es que la Corte de Apelaciones de Santiago rechazó el recurso de reposición a raíz de que los hechos “expuestos no logran hacer variar aquellos fundamentos tenidos en consideración al momento de dictar la resolución impugnada”. Pese a esto, la buena es que se acogió el recurso de apelación, elevándose la pugna a la Corte Suprema quien deberá pronunciarse.
Resumen automático generado con Inteligencia Artificial
{{ post.resumen_de_ia }}
Desarrollado por BioBioChile
Nuestros comentarios son un espacio de conversación y debate. Recibimos con gusto críticas constructivas, pero nos reservamos el derecho a eliminar comentarios o bloquear usuarios agresivos, ofensivos o abusivos.