El viernes 12 de julio, Fundación El Árbol realizó el cierre de su programa “Red de Restauradores: Articulación para la adaptación al cambio climático mediante soluciones basadas en la naturaleza”, el cual se ejecutó desde noviembre de 2022 en seis de las comunas del Bío Bío más afectadas por el cambio climático.
Durante 24 meses, la organización ambientalista con sede en Concepción llevó a cabo un fuerte despliegue territorial en Santa Juana, Florida, Hualqui, Nacimiento, Mulchén y Santa Bárbara, apostando por la articulación de las comunidades para enfrentar los efectos del cambio climático con el uso de soluciones basadas en la naturaleza.
¿Qué es Red de Restauradores?
Esta iniciativa implicó un gasto de más de 300 millones de pesos y fue financiada por el Gore Biobío. Con esto, se realizaron diversas actividades gratuitas y abiertas al público, creando grupos de trabajo comunitarios que se mantuvieron a lo largo de la ejecución del programa, permitiendo la creación de capacidades e infraestructura para soportar y mantener estas soluciones basadas en la naturaleza a largo plazo.
La iniciativa tuvo como fin inspirar a las comunidades a integrar prácticas sostenibles y fortalecer la articulación comunitaria en su vida diaria, trabajando unidos para enfrentar la crisis climática de manera efectiva.
El hito de cierre del programa contó con la presencia de más de 100 personas. Allí se presentaron microdocumentales con los procesos de trabajo de cada grupo, a modo de realizar un recorrido por los alcances de la iniciativa. La instancia finalizó con un conversatorio con representantes de las seis comunas participantes del programa, compartiendo con la audiencia lo que significó “Red de Restauradores” en sus territorios, además de abordar los desafíos pendientes en sus comunas y cómo continuarán trabajando de manera autónoma con las herramientas adquiridas durante el programa.
Blas Araneda, jefe de la División de Planificación y Desarrollo del Gore Biobío, afirmó que el prograba tuvo “una participación bastante masiva en las comunas que ha abordado”. Además, ha dejado “capacidades en las personas que están generando actividad, que están decidiendo sus proyectos de desarrollo y de vida en las áreas rurales de nuestra región”.
Por su parte, María José García, Directora ejecutiva de la Funadción El Árbol, señaló: “Me llena de orgullo el compromiso, la responsabilidad y el amor entregado por el equipo tanto en cada una de las actividades desarrolladas, como en cada una de las relaciones con las distintas comunidades con las que trabajamos y colaboramos en este tiempo”.
Red de restauradores en cifras
A lo largo de la ejecución del programa en las seis comunas de la región, se llevaron a cabo un total de 214 actividades gratuitas y abiertas a la comunidad, tales como mateadas, senderismos educativos, mingas, talleres, ferias, diálogos y mapeos comunitarios, además de jornadas de restauración ecológica.
Específicamente en este último tipo de actividad, se hicieron 24 jornadas durante los meses de invierno en 2023 y 2024, en las que con ayuda de la comunidad se lograron plantar más de 2.300 árboles nativos, con la idea de restaurar territorios afectados por incendios.
Por otro lado y de acuerdo a las necesidades de los grupos de trabajo, el programa contempló la instalación de un total de 4 invernaderos, 3 viveros, 4 sistemas de captación de aguas lluvias, repartidos en las seis comunas.
Asimismo en la comuna de Mulchén, se implementó un sendero interpretativo en la ribera del río Bureo, el cual se acompaña de un stand itinerante, cuyo objetivo es ser un espacio de educación ambiental para recuperar la relación humano-naturaleza.
El programa también contempló una arista educativa, para lo cual se trabajó en la implementación de un programa educativo en ocho escuelas de la región del Bío Bío. Este potenció la educación al aire libre, logrando una participación de más de 300 niños y niñas.
Impresiones del programa
Catalina Venegas, directora de Escuela Unicornio de la Comuna de Florida, uno de los establecimientos donde se implementó el programa educativo, sostuvo que están “súper orgullosos de formar parte de este proyecto, no sólo por el aprendizaje que quedó en la escuela, o que va a quedar para siempre, sino por formar parte de esta red y conocer lo que se hace con los demás forjadores”.
Por su parte, Nicole Mellado, encargada del área Ecosistemas de Fundación El Árbol y coordinadora del programa señaló: “Más allá de lo ejecutado de manera técnica, los árboles plantados, la infraestructura habilitada, que ya es un gran apoyo a las comunidades, son las redes humanas las que finalmente quedan y conmueven y generan este trabajo colectivo y cohesionado que es capaz de enfrentar algo tan grande como la crisis climática”.
“Ese trabajo, esa fuerza, esos sueños estaban en los territorios, nosotros siento que lo que hicimos fue dinamizarlos, conectar sueños con otros sueños, generar articulación y vinculación entre personas, que finalmente es como este fuego que genera que los procesos y los proyectos tengan éxito”, concluyó.