De mantenerse las actuales condiciones, hacia 2100 la Tierra podría tener climas muy distintos a los que ha mantenido hasta hoy: la mitad del planeta estaría sometida a nuevas zonas climáticas, lo que implicaría importantes cambios ecológicos.
Así advierte un estudio publicado en Advancing Earth and Space Sciences, recordando que las oleadas de calor extremas, las sequías, las inundaciones y tormentas ya se están volviendo más comunes e intensas. Además, la energía atrapada en la atmósfera y en los océanos se está acumulando a niveles peligrosos.
“Para el final del siglo, se proyecta que entre el 38% y el 40% de la superficie terrestre mundial esté en una zona climática distinta a la de hoy”, concluyó el equipo de investigadores encabezado por el científico climático de la Universidad George Mason de Virginia, Paul Dirmeyer. Sin embargo, otros modelos más modernos usados para el mismo estudio proyectan que ese porcentaje podría acercarse al 50% del planeta.
El estudio indica que, por ello, deberemos “redibujar” los mapas originados en la década de 1880.
Por ejemplo, los científicos se remitieron a los mapas Köppen-Geiger que distingue cinco zonas climáticas en el mundo, basadas en temperatura, precipitaciones y temporadas, clarificando que ésta sería una de tantas posibilidades debido a la impredictibilidad de varios fenómenos clave del clima, como la lluvia.
Asimismo, el estudio sólo contempla superficie terrestre, no marina, ni la Antártica.
Sin embargo, no por ello es menos preocupante, pues las tendencias actuales “sugieren que las especies vulnerables y las prácticas agrícolas pueden tener menos tiempo para adaptarse a los cambios en zonas climáticas que lo antes previsto”, alertan.
Un cambio global
En detalle, los científicos anticipan que los climas tropicales se expandirán desde los 23% actuales hasta un 25% sobre la masa terrestre, proyectando también que la superficie árida subirá desde el 31% actual a un 34% para 2100.
De acuerdo con Science Alert, citando otros estudios del área, esos cambios podrían impactar la producción de alimentos y desplazar las enfermedades transmitidas por mosquitos hacia otras zonas.
En tanto, se estima que hasta el 89% de Europa y casi un 66% de norteamérica podría cambiar de zona climática antes de que termine el siglo, estando entre los casos más extremos observados, así como la zona polar que entre 1901 y 1930 cubrió el 8% de la superficie terrestre, bajando ya al 6,5%.
“Desde el comienzo del siglo 20, un 14.77% de la superficie terrestre del planeta ya ha cambiado su clasificación climática, con los cambios más extensivos observados en Norteamérica, Europa y Oceanía”, recalcan.