El programa “Vuelo Limpio” es la iniciativa público-privada con la cual Chile busca descarbonizar la industria aeronáutica mediante la aplicación de “buenas prácticas” y la captación de “otras oportunidades de sostenibilidad energética”.
Se trata de un plan impulsado por el Ministerio de Transportes a través de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) y la Agencia de Sostenibilidad Energética.
Ya participan en esto las compañías aéreas Ecocopter, JetSmart, Latam Airlines, SKY, la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila), la concesionaria Nuevo Pudahuel, Airbus y Copec.
A eso se suma la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) y desde esta semana la Universidad de Concepción (UdeC), la segunda casa de estudios en sumarse al programa.
Una de las líneas de trabajo de Vuelo Limpio, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es zanjar una hoja de ruta de combustibles de aviación sostenibles (SAF, por su sigla en inglés) en Chile.
Se espera que eso esté listo durante el primer semestre de 2023.
Los objetivos de Vuelo Limpio
En respuesta a la Ruta de la Energía 2050, el programa procura avanzar en los estándares internacionales propuestos por la Organización de Aviación Internacional (OACI).
“En este trabajo se están levantando las principales necesidades, intereses y preocupaciones de los distintos actores del transporte aéreo, proveedores de combustibles y empresas relacionadas con las materias primas de potenciales SAF”, dijeron desde el Gobierno.
“Recibimos con enorme satisfacción la incorporación de la Universidad de Concepción a esta importante iniciativa, que va en línea con los esfuerzos que como Gobierno estamos impulsando en la protección del medio ambiente y donde la industria aérea tiene mucho que aportar con el desarrollo y uso de combustibles de aviación sostenibles”, comentó el ministro del ramo, Juan Carlos Muñoz.
“Contar con la academia en Vuelo Limpio es un tremendo aporte al estudio y desarrollo de los combustibles en Chile, una realidad que está creciendo a nivel mundial y donde nuestro país está recién iniciando sus acercamientos. Además, el interés demostrado por las universidades de la región del Bío Bío en incorporarse a esta iniciativa confirma el potencial que la industria de esa región tiene como un posible generador de materia prima para la elaboración de SAF”, agregó el secretario general de la JAC, Martín Mackenna.
“Es de suma relevancia para la Universidad de Concepción participar de instancias como esta, especialmente considerando que nos permite aportar desde las investigaciones desarrolladas por distintas unidades universitarias y, con ello, contribuir a la reducción de emisiones de gases a través del desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos combustibles a partir de residuos biológicos o residuos complejos como pueden ser los plásticos fuera de uso. Esto, sin duda, viene a fortalecer el aporte que podamos realizar a una economía circular”, indicó por su parte el rector Carlos Saavedra.
